6 de abril de 2010
El Nuevo Dia
A partir del 16 de junio, quienes se atrevan a brindar tratamientos de blanqueamiento dental o ‘bleaching’ sin ser dentistas incurrirán en delito menos grave por violar la Ley 28 del 18 de marzo de 2010 y podrían enfrentar sanciones económicas o hasta la cárcel. La nueva ley, que enmienda la Ley Dental de Puerto Rico, surge del Proyecto del Senado 957 y contó con el aval del Colegio de Cirujanos Dentistas. En su exposición de motivos plantea que "estos servicios se ofrecen en sitios públicos donde no se cumplen con las normas requeridas de higiene y privacidad". "Muchos ciudadanos acuden a recibir estos servicios por sus sospechosos bajos costos y porque se ofrecen en sitios de mucha accesibilidad. A estos ciudadanos no se les orienta debidamente sobre la naturaleza del proceso, los riesgos del mismo, los materiales que se utilizan, el hecho de que no son ofrecidos por cirujanos dentales. Además, se omite todo lo relacionado al consentimiento informado de todas las leyes relacionadas a la confidencialidad y se le crean falsas expectativas sobre resultados", indica el texto de la ley. El presidente del Colegio de Cirujanos Dentistas, el doctor Noel Aymat, advirtió que algunas complicaciones asociadas con el blanqueamiento dental incluyen sensitividad dental, alteración del sentido del gusto, reacciones alérgicas, sensación de quemazón en la cavidad oral y alteración en restauraciones dentales, entre otras. Además, si los tratamientos son administrados por manos inexpertas pudieran surgir complicaciones mayores como choque anafiláctico, bronco espasmos, y aspiraciones físicas y químicas con consecuencias incluso mortales. Si se les aplica desconociendo la presencia de caries, enfermedad de la encía o lesiones de cáncer oral estas condiciones pudieran empeorar, alertó el médico. Por ello Aymat recalcó la importancia de realizar un examen oral completo antes de determinar si aplicar un tratamiento. "Eso (los tratamientos para el blanqueamiento) no pinta el diente, eso desgasta el diente, están erosionando tejido dental", detalló. Los dientes se blanquean mediante un proceso de oxidación, por lo que en los tratamientos se utilizan sustancias oxigenantes. Actualmente se emplean peróxido de hidrógeno y peróxido de carbamida. Este último está disponible en concentraciones de 10%, 16%, 22%, siendo la de 10% la más estudiada. Para evitar que el producto toque la encía y la queme se coloca resina alrededor de ésta o se hacen alineadores a la medida. La nueva ley establece que cualquier persona que ofrezca los tratamientos sin estar debidamente autorizada se expondrá a las penas contempladas en la Ley Número 75, de agosto de 1925. Ley 75 De acuerdo con el licenciado Julio Fontanet, asesor legal del Colegio, la Ley Número 75 de agosto de 1925 establece en su artículo 15 que personas que ejerzan la cirugía dental en Puerto Rico sin estar legalmente autorizadas incurrirán en un delito grave que podría tener una pena máxima de hasta dos años de cárcel y multas de hasta $5,000. Ambas penas podrían aplicarse a la vez, aseguró Fontanet.