29 de marzo de 2010

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(www.neomundo.com.ar ) Las bebidas gaseosas pueden ser muy ricas y refrescantes, pero su efecto en la salud podría dejar mucho que desear. El aumento en el consumo de gaseosas azucaradas y bebidas deportivas podría haber incrementado la prevalencia de la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas en los últimos 10 años, según un estudio realizado en Estados Unidos.

La diabetes es una enfermedad que creció exponencialmente en los últimos años. El 90% de las personas desarrollan la diabetes tipo 2, que se asocia fuertemente con la obesidad y el estilo de vida sedentario. La diabetes tipo 1, por el contrario, suele surgir temprano en la vida cuando el páncreas no produce cantidades suficientes de insulina, la hormona que regula el metabolismo del azúcar.

Las patologías cardíacas, por su parte, constituyen una de las principales causas de muerte. Existen distintos tipos, pero la más frecuente ocurre cuando las arterias coronarias, que son las que distribuyen sangre en el corazón, son bloqueadas por un coágulo o se estrechan, una situación que con el paso del tiempo puede generar un infarto.

Cambios peligrosos

Los investigadores de la Universidad de California, San Francisco trabajaron con un modelo de simulación de computadora y usaron información obtenida en estudios epidemiológicos realizados a nivel nacional en Estados Unidos.

Los especialistas calcularon que entre 1990 y 2000, el aumento en el consumo de bebidas azucaradas podría haber generado 130.000 nuevos casos de diabetes tipo 2, 14.000 cardiopatías coronarias y 50.000 años de vida afectados por problemas cardíacos en Estados Unidos.

A su vez, los autores del estudio subrayaron que cada bebida con azúcar aporta entre 120 y 200 calorías, por lo cual el hábito de consumirlas contribuyó también al aumento en la obesidad.

Algunos consejos nutricionales

En vista de los resultados, Robert H. Eckel, de la Asociación Cardíaca Americana, recomendó mantener una buena salud a base de una dieta rica en frutas, verduras, productos lácteos descremados, granos integrales, carne desgrasada, aves y pescados..

Eckel agregó que siempre hay que cuidar la cantidad de calorías ingeridas: Se debe considerar a la dieta en el contexto de un equilibrio de energías, y hay que asegurarse que los alimentos y bebidas con mucho azúcar agregado no reemplacen a las comidas que incluyen los nutrientes esenciales.

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