23 de febrero de 2010
BBC
Celulares descartados La incineración de electrónicos despide gases tóxicos a la atmósfera. Un nuevo informe de Naciones Unidas indica que los aparatos electrónicos descartados, como computadoras y teléfonos móviles, representan una importante amenaza para el medio ambiente y la salud pública. El informe, recopilado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), pide que se formulen nuevas regulaciones para asegurar que el desperdicio electrónico se recicle de una manera concienzuda. El llamado coincide con la reunión este lunes del consejo directivo del PNUMA en Bali, Indonesia. El auge de la industria electrónica ha tenido implicaciones negativas, especialmente en los países en desarrollo, donde los esfuerzos por reciclar celulares, computadoras y televisiones no se ajustan a los grandes volúmenes de venta. La agencia ambiental de la ONU estima que el desperdicio electrónico, o basura-e, está creciendo a un ritmo de 40 millones de toneladas al año. Montañas de basura-e Desperdicios electrónicos en India Se estima que la basura-e en India y China aumentará en un 500% en diez años. En países como India y China se calcula que la basura tan solo generada por las computadoras descartadas aumentará 500% en la próxima década. Los dispositivos electrónicos contienen metales y algunos elementos potencialmente tóxicos, así que su reciclaje es complicado. Pero en muchos países, entre ellos China, estos desperdicios son incinerados en vertederos, emitiendo gases venenosos a la atmósfera. México y Brasil también están entre los países que enfrentan crecientes montañas de chatarra electrónica. Naciones Unidas advierte que sin las medidas inmediatas para asegurar el recolección y eliminación segura de estos residuos, muchos países se verán inundados en desperdicios electrónicos que tendrán serias consecuencias para la salud de la pública. El informe pide establecer procesos formales regulados para el manejo y reciclaje de la basura-e. El PNUMA reconoce que este programa sería costoso de introducir pero, a la larga, generaría empleos, recuperaría metales preciosos como el oro y plata contenidos en electrónicos y contribuiría a un ambiente limpio y saludable.