23 de febrero de 2010
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Washington, 22 feb (EFE).- Toyota, que es blanco de una investigación criminal, engañó al público y descartó que defectos electrónicos hayan contribuido a problemas de aceleración en ciertos modelos, mientras la respuesta del Gobierno fue "gravemente deficiente", informó hoy un subcomité del Congreso de EE.UU. El subcomité de Supervisión e Investigaciones de la Cámara de Representantes divulgó un informe preliminar sobre las más de 75.000 páginas de documentos hasta ahora proporcionados por Toyota, en vísperas de la primera audiencia sobre la llamada a revisión de 8,5 millones de vehículos en todo el mundo. Los presidentes del subcomité, Bart Stupak, y del Comité de Energía y Comercio, Henry Waxman, enviaron sendas cartas sobre estos problemas al secretario de Transporte, Ray LaHood, y al presidente de ventas de Toyota en EE.UU., James E. Lentz, convocado a la audiencia de mañana. Según el informe, los documentos parecen demostrar que, de manera consistente, Toyota "se resistió a la posibilidad de que defectos electrónicos podrían haber causado problemas de seguridad", en concreto con los aceleradores, indicaron los legisladores. En la carta a Lentz, los legisladores señalaron además que Toyota "se apoyó en un defectuoso informe de ingeniería e hizo declaraciones públicas engañosas" sobre la llamada a revisión de los coches. Mientras, en la carta a LaHood, los legisladores se quejaron de la respuesta de la Administración Nacional para la Seguridad Vial en las Carreteras (NHTSA, por su sigla en inglés) a los problemas de aceleración en los vehículos de Toyota. Agregaron que la respuesta "parece haber sido gravemente deficiente" porque pese a que la agencia recibió más de 2.600 quejas desde 2000, NHTSA "sólo realizó una investigación ligera en 2004" sobre posibles vínculos entre los defectos electrónicos y los problemas de aceleración. Los legisladores subrayaron en la carta a LaHood que, en base a una evaluación preliminar de los documentos entregados por NHTSA, la agencia federal "aparentemente carece de la pericia suficiente para evaluar los problemas en los controles electrónicos". Según los legisladores, los documentos de Toyota indican que, al parecer, los investigadores de la NHTSA se centraron más en las explicaciones de carácter técnico sobre los incidentes de aceleración que en los problemas electrónicos. Las autoridades estadounidenses han señalado que el total de quejas recibidas desde el año 2000 incluye 34 muertes. Toyota, que intenta controlar los daños a su imagen y bolsillo, ha calculado que la llamada a revisión de los vehículos le costará unos 2.000 millones de dólares. El miércoles está prevista la comparecencia del presidente mundial de Toyota, Akio Toyoda, ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la cámara baja.