15 de febrero de 2010

El Vocero

Es muy probable que usted o alguien conocido halla sido víctima de fraude telefónico. Ante la alta incidencia de casos donde personas han caído en el 'pescaíto' de ganar un carro, viajes u otros premios, la Policía ha comenzado un campaña de orientación al público para evitar caer de incautos.

En el peor de los casos (los más frecuentes en los últimos meses), alguien le anuncia el pedido de dinero para evitar la muerte de un ser querido o la propia. En ambos ejemplos las personas (en ocasiones) pagan altas sumas y nunca ven el fruto de su acción. Todo es un fraude.

Sobre los casos de amenazas de muerte, EL VOCERO obtuvo copia de varias llamadas realizadas desde una cárcel del País, mediante el servicio de celulares con llamadas prepagadas. La investigación de esas llamadas se efectuó gracias a la colaboración ciudadana y a las autoridades federales concernientes a casos de extorsión y las comunicaciones.

En una de estas "El Cano" (apodo del interlocutor) presiona a una mujer para que pague la diferencia monetaria de $200 que incurriría el supuesto gatillero que tiene a su hija 'trancá' en un caserío. La mujer, quien se escuchaba jadeante y desesperada, manifestaba una y otra vez que no tenía esa cantidad, a lo que el "Cano" le respondía que, "como yo soy el dueño del caserío, aquí se hace lo que yo diga. Si no pagas la matamos".

La mujer al parecer ya había depositado en una empresa de envío de valores otra cantidad de dinero exigida el día anterior y no veía el fruto del pago; la libertad de su hija. Durante la comunicación de unos 15 minutos, "El Cano" y su hermano "Canito" (como se hacen llamar en la grabación) le decían a la señora que sabían de sus movimientos. Que conocían donde residía y otros detalles que pudiesen comprometerla al pago.

Finalmente todo se trataba de un grupo de confinados que se alternaban para "el canteo". Esto significa tener un libreto de extorsionador y que otros le sigan el drama. "Hay la repartición del canteo", expresó el teniente Ferreira, encargado de Servicios Especiales del Cuerpo de Investigaciones Criminales de San Juan.

"Cada confinado (participante en este esquema) tiene que buscar tres telófonos al azar. Estos pueden ser que se hallan publicado en algún periódico, televisión, etc. o de alguien a quien conozcan; familiares, amigos...una vez tienen los números y conocen aunque sea un poco de tu vida, hacen la llamada".

"Esto es algo que desde hace tiempo viene ocurriendo. Esto no es nuevo, lo que pasa es que se ha modificado. Ahora los extorsionadores usan mulas; personas afuera que puedan observar a la víctima... recoger el dinero" añadió el Teniente.

Por su parte el Superintendente de la Policía, Josó Figueroa Sancha, insistió en hacer más efectiva las intervenciones en las cárceles del país para evitar el uso clandestino de telófonos celulares. Instó a la ciudadanía a estar pendientes a esta modalidad que ha tenido auge específicamente en los últimos tres meses.

"Hay que parar esto. En las cárceles hay telófonos celulares y eso no es correcto. Los que hacen este tipo de llamadas se exponen a sentencias de hasta 5 años en la estatal (jurisdicción local) y penalidades federales", manifestó Figueroa.

Los contrato de muerte por los cuales las personas se ven amenazadas han proliferado. Es común entre las llamadas en poder de este diario que los alegados gatilleros se arrepienten de ante mano de cometer el asesinato y llaman a la persona para exigirles una cantidad de dinero y saldar la supuesta deuda incurrida por ellos para 'salvarte la vida'.

En un de las llamadas se escucha a un hombre que dialoga con su futura "víctima" y le dice que una amiga en común "me dijo que tu eras buena gente, que eres de calle y viste, tu sabes, te quiero perdonar la vida. Esto es la primera vez en la historia que hago esto porque yo mato a sueldo; pero mira mano yo ví tu foto y pensó que en realidad tu no tienes cara de jodedor. Págame 400 pesos y dejamos esto aquí. Yo les saldo a quienes te mandaron a matar y ya".

El extorsionado responde en tono molesto que no sabe de quó se trata todo el asunto, que no conoce quión le habla ni el alegado motivo de su asesinato pagado. Es una típica reacción de quien no conoce ser otra víctima de este cruel fraude.

La Policía aconseja que si usted experimenta una situación similar, que conserve la calma y que no de detalles personales o familiares. Si la situación es sobre el truco del premio y tiene pleno conocimiento que no ha participado en alguna rifa para ganar el mismo, que haga caso omiso.

"Cualquier ciudadano que reciba este tipo de llamadas deben comunicarse inmediatamente con la Policía de Puerto Rico al 787-343-2020 y radicar una querella en el cuartel más cercano", manifestó el Superintendente de la Policía.