5 de noviembre de 2009
Yahoo
Miami, 4 nov (EFE).- Las autoridades de Florida acusaron a seis personas de operar una red de fraude a inmigrantes indocumentados a los que solicitaban dinero a cambio de una supuesta asistencia legal, informó hoy la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE). Sobre los seis residentes en Florida pesan los cargos de "conspirar para inducir y animar a extranjeros a permanecer en EE.UU. mediante falsas declaraciones en solicitudes para obtener los beneficios de los inmigrantes", señaló el ICE en un comunicado. Los acusados son Victor Abreu, de 45 años y residente en Sunny Isles; Pablo Roldán, de 38 años, y Adriana Segundo-Zaldivar, de 42 años, ambos residentes en Hollywood; Sergio Alfaro, de 45 años, y América Sophia George, de 42, los dos residentes en Miami, y Karina Vázquez, de 37 años. Todos ellos pueden afrontar una pena máxima de hasta diez años de cárcel. "La presentación de falsas peticiones para que individuos no autorizados obtengan los beneficios de inmigración en EE.UU. pone la seguridad de la comunidad en riesgo", indicó Anthony Mangione, agente especial del ICE. Este lunes los agentes del ICE detuvieron a cinco de los acusados, mientras que la sexta persona, Karina Vázquez, permanece en paradero desconocido. En 2007, agentes del ICE comenzaron en Fort Lauderdale (norte de Miami) a investigar a Victor Abreu, de la firma Abreu Associates, bajo la sospecha de que estaba involucrado en actos de fraude migratorio. De acuerdo con el ICE, Abreu y sus empleados presuntamente preparaban falsas solicitudes de inmigración para inmigrantes ilegales, que incluían peticiones para permisos y visados de trabajo. Según la acusación, los acusados operaban una red por medio de la cual solicitaban pagos a los indocumentados prometiéndoles asistencia en asuntos relativos a inmigración. Los seis "preparaban solicitudes para inmigrantes ilegales", pese a que sabían que éstos no podían acogerse a este tipo de beneficios, resaltó el ICE. Los presuntos estafadores cumplimentaron solicitudes para al menos 300 personas procedentes de Argentina, Chile, República Dominicana, Honduras, Venezuela y México, entre otros países. Tras recibir el pago, Abreu, que se hacía pasar por abogado de inmigración y consultor, y los demás acusados preparaban falsos documentos migratorios. Como resultado de esta operación fraudulenta, "algunos inmigrantes ilegales obtuvieron autorización para desempeñar trabajos legales y carnés de conducir para los que no tenían legalmente derecho".