4 de octubre de 2009

El Nuevo Dia

En tiempos de crisis económica, o no, la salida al colmado –o a la carnicería, al supermercado, o hasta al verdulero- se debe organizar estratégicamente como un operativo de alta importancia para confeccionar menús clásicos puertorriqueños, según coincidieron especialistas en ecología del hogar y nutrición.

Para la directora del Departamento de Ecología Familiar y Nutrición de la Facultad de Educación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico -Maritza Enríquez- la salida para hacer la compra de los alimentos debe planificarse con frialdad para que no se convierta en la pesadilla del bolsillo.

La persona de mayor control ante las tentaciones y ofertas debe ser el "comprador designado", ya que –según Enríquez- es fácil caer en la trampa del especial de 4 por $1.00 de un producto que a precio regular cuesta 23 centavos.

Esa persona debe ir sin hambre; debe llevar una lista de compra y limitarse a ella. No puede dejarse deslumbrar por letreros de colores ni por promociones; debe de estar consciente de los gustos de los miembros de la familia y de las condiciones de salud que afecten la dieta. Tiene que analizar las ofertas y no caer en sus trampas. No debe comprar cosas innecesarias. Tampoco debe ir a la hora de más congestión de clientes.

"Ya no existe el trueque. Ir al supermercado se ha convertido en un reto. Hay que vencer las tentaciones porque la compra de alimentos es una de las partidas más grandes del presupuesto, y si no tienes controles puedes sangrar el (bolsillo)", comentó Enríquez, quien asegura que se puede ahorrar a la vez que se vela por la calidad de la alimentación cuando se planifican todas las comidas con antelación.

En la planificación se deben considerar desayunos, meriendas, almuerzos, cenas, loncheras para los estudiantes, y, hasta donde sea posible, los alimentos que los adultos puedan llevar a sus centros de trabajo o a la universidad. Ese análisis debe incluir una contabilidad de los gastos semanales en cocina.

Frances Ventura Colón, Coordinadora Regional de la Región de San Juan del Servicio de Extensión Agrícola enfatizó en la importancia de que se planifique para que todos los miembros de la familia consuma las porciones recomendadas según la pirámide de alimentos.

En el colmado, Ventura Colón recomienda leer bien las etiquetas y comparar las onzas y servicios del empaque; comparar las onzas de carne y las onzas de hueso, pellejo y grasa; y, consumir las frutas y hortalizas que estén en temporada para ahorrar dinero.

Ambas especialistas coincidieron en que lo ideal es confeccionar los alimentos en la casa, pero si por falta de tiempo, en algún momento se recurre a un pollo de BBQ, los sobrantes –según Enriquez- se pueden "reciclar" en un arroz relleno.

En términos de ingredientes nutritivos y económicos, "la clave es regresar a nuestras raíces" con los arroces con habichuelas, gandules y garbanzos; los sancochos y las tortillas, según la nutricionista y catedrática asociada de la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Medicas, Winna Rivera Soto.

En la lista de la compra, y la dieta regular no deben faltar calabaza, yautía y ñame.

El pollo fresco y entero sale más económico; así como los granos crudos y las carnes magras machacadas o molidas. El sofrito se debe hacer en casa, fresco, y si posible, con ingredientes del huerto casero.