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  Por el libro

1 de agosto de 2009

El Nuevo Herald

Investigadores federales están cuestionando que en el sur de la Florida se haga un uso excesivo de las pruebas de ultrasonido, una prueba de uso frecuente y bastante barata que muchos médicos están haciendo en sus propias consultas en parte para incrementar sus ingresos porque piensan que se les está pagando menos de los debido en otras áreas. Esto coloca una vez más a nuestra región en el centro de la discusión nacional sobre salud pública.

El estudio hecho por Medicare de 20 condados donde se hace mucho uso de la prueba encontró que Miami-Dade estaba en primer lugar, con 42 por ciento de las personas mayores recibiendo exámenes de ultrasonido en la consulta de un médico o en un centro de diagnóstico en 2007, más del doble del promedio nacional. Broward también está en la lista - con 33 por ciento - así como Palm Beach, con 40 por ciento.

En lo que los dirigentes políticos buscan formas de rebajar costos para poder pagar por una reforma de la salud público que pudiera dar cobertura a los 50 millones de americanos que no tienen seguro, se ha concentrado mucha atención en los costosos CT-scans pero el uso del ultrasonido, de relativamente baja tecnología, pudiera servir como un mejor prisma para la discusión sobre cómo desarrollar estándares para una atención tan efectiva como consciente de los costos.

"Esto no es una historia sencilla', dijo Laurence Gardner, decano ejecutivo para educación de la escuela de Medicina de la Universidad de Miami. "Esto realmente tiene dos lados'.

O quizás más. Gardner habla de las ventajas del ultrasonido y del recurrente tema de su excesiva utilización en el sur de la Florida. Pero importantes médicos dicen que otro asunto importante es que los doctores de asistencia primaria están buscando formas de compensar lo que dicen son prácticas injustas de reembolso. Investigadores federales plantean otra posibilidad: fraude.

El estudio, publicado este mes por la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud, encontró "combinaciones sospechosas' que pudieran indicar fraude (médicos que nunca habían visto a sus pacientes antes de usar ultrasonido) o excesivo uso (cobrando por un escáner abdominal y luego por la prueba de un órgano dentro de la cavidad abdominal.)

A entre $100 y $300, un ultrasonido es mucho más barato que los MRIs y lo CT-scans. Lo que es más, dijo Gardner, el ultrasonido no presenta riesgos -- no hay radiación, no hay inyección de ningún tinte -- asociados con los otras pruebas.

Sin embargo, Gardner reconoce que mucho estudios, por los investigadores de Dartmouth y otros, han encontrado que los pacientes del sur de la Florida consiguen un tratamiento mucho más costoso, incluyen pruebas, que las personas de otras partes del país.

Bernd Wollschlaeger, un médico de familia de North Miami Beach que acaba de terminar su período como presidente de la Asociación Médica del Condado Dade, dijo que parte del exceso de pruebas se debe al temor a las demandas por negligencia médica, en las que los abogados pueden preguntar por qué no se ordenó determinada prueba.

"Lo protege a uno. Y eso lleva a un exceso de utilización'.

Pero un problema más amplio es que el seguro -- sea Medicare o privado -- recompensa mucho más a los médicos por hacer pruebas y procedimientos que por oír, examinar y conversar con el paciente, que es lo fundamental en la atención primaria.

Eso ha dado lugar a que muchos médicos de atención primaria empiecen a hacer pruebas en sus oficinas. El informe del OIG anota que "las máquinas de ultrasonido son relativamente baratas. Los médicos pueden comprarlas usadas por menos de $5,000 y ponerlas en los gabinetes de consulta trayéndolas en carritos'.

"Los médicos finalmente están entre la espada y la pared', dice Wollschlaeger, que no tiene aparato de ultrasonido en su oficina pero llama a un técnico cuando sus pacientes los necesitan, así que se puede hacer rápido y fácilmente sin que los pacientes tengan que ir a otro lugar.

"Los abastecedores nos tratan de vender mucho' dijo Wollschlaeger. "Ellos nos dicen que las máquinas son baratas y que vamos a ganar mucho.

Tony Prieto, un médico de práctica familiar de Plantation que dirige la Asociación Médica del Condado Broward, tiene una máquina de ultrasonido en su práctica.

Desde hace mucho ha estado al frente de su profesión en cuanto a quejarse de lo poco que se les paga a los médicos de atención primaria o familiar ($45 por una visita corriente, comparado con quizá 10 veces más porque un gastroenterólogo que hace una colonoscopía.

Prieto dice que él nunca ordena pruebas innecesarias, pero que las puede hacer en su oficina por $200 o algo así, comparado con mandar un paciente al hospital, donde el mismo examen puede costar $1,000. "Pero muchas veces los seguros no pagan. Creo que tratan de evadir el gasto'.

Según él, los seguros pueden ir y estudiar su documentación para ver que las pruebas que se ordenan son necesarias, pero que hay quienes sospechan de cualquier cosa ordenada por médicos y hecho en sus propias consultas. "No saben administrar los gastos, porque los ultrasonidos pueden costar considerablemente en centros de diagnosticar o en hospitales.

Smith, el ejecutivo de Humana, dice que los seguros automáticamente sospechan siempre que un médico ordena cosas que él mismo puede suministrar "Siempre pueden usarse excesivamente los servicios. Humana también dice que los equipos de las oficinas de los médicos no estén bien calibrados y que incluso los médicos no estén apropiadamente entrenados para interpretar los resultados.

Aún así, según dice Smith es difícil generalizar, y algunos médicos pueden estar suministrando servicios valiosos con ultrasonido. Pero en Miami-Dade "Hay muchas prácticas cuestionables por ahí' en lo tocante a servicios diagnósticos, incluyendo ultrasonidos, que supuestamente se efectúan en casas de los pacientes.

En el informe del OIG, los investigadores hallaron que en condados de mucho uso, los cargos por los ultrasonidos de pacientes de Medicare eran tres veces lo que en el resto del país, aparentemente porque se hacen más.

En Miami-Dade, los cargos promedio por beneficiario eran de $232. Solamente en Brooklyn, New York, estaban más altos, a $235. Los de Palm Beach son de $154, en Broward $135.

El estudio federal halló que la proporción de suministradores de ultrasonidos a beneficiarios era tres veces mayor en los condados de mucho uso que en el resto de la nación. ESo respalda los estudios de Dartmouth, que han hallado que mientras más camas de hospital y más especialistas tiene un área, más probabilidades hay de que los costos médicos sean más elevados.

La característica "cuestionable' más común fue hacerles ultrasonidos a pacientes sin indicios de que el médico ha visto al paciente separadamente, lo cual puede sugerir fraude. Eso representó el 15 por ciento de las reclamaciones en condados de uso elevado.

Otras posibles advertencias de fraude fueron mencionadas en casos en que el suministrador cobre más de cinco ultrasonidos para el mismo paciente y que los cinco sean de distintos lugares.


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