10 de julio de 2009
El Vocero
La severa crisis económica que atraviesa el país ha transformado los hábitos alimentarios de los puertorriqueños a niveles donde el 2% de los hogares de Puerto Rico, equivalentes a 25,000 familias, han dejado de realizar compras principales. De ese porcentaje, 7 de cada 10 responden a consumidores mayores de 55 años. Según el estudio Radiografía del Consumidor, realizado por Gaither para la Cámara de Mercadeo, industria y distribución de alimentos (MIDA), los consumidores están gastando la misma cantidad de dinero, aproximadamente $500 mensuales, pero con una frecuencia mayor. Los consumidores están gastando en su compra principal $290 mensuales, una merma de 10% en comparación con el 2008, cuando gastaban $320 mensuales. No obstante, las compras de relleno registraron un alza de 16%, de $172 mensuales a $205 mensuales, con una frecuencia de visita de cerca de siete veces al meses. Un dato significativo del estudio es que los consumidores están pagando sus compras de alimentos con efectivo. No obstante, ha sido el pago con la tarjeta de la familia la que mayor crecimiento a presentado con un 32%, cifra que se estima a esta fecha pueda ser más elevada ante el incremento de personas que se han quedado sin trabajo y han entrado en la lista de beneficiarios. Asimismo, la determinación de dónde efectuar finalmente sus compras, en un alto porcentaje responde a los comercios que ofrecen "shoppers" con especiales, donde se incluyen ofertas del 88% de los productos más buscados por las personas. Esta tendencia tan marcada responde a que los consumidores cada vez están más pendientes del precio, lo que ha permitido que las marcas privadas estén presentando un fuerte crecimiento frente a las marcas nacionales. Radiografía del Consumidor evidenció además que para ahorrar los consumidores están comprando estrictamente lo necesario, han comenzado a cocinar en los hogares unos seis días a la semana y están comprando la marca que este en especial. Igualmente, la planificación de la compra se ha convertido en una prioridad. En la mayoría de los casos, los consumidores están haciendo uso de listas de compras al momento de efectuar las mismas. En la mayoría de los casos preparan las listas tras evaluar los especiales. Qué busca el consumidor al efectuar sus compras El estudio demostró que el consumidor local se ha convertido en uno muy sofisticado y exigente, que busca además del precio, que los establecimientos estén limpios, que vendan barato, que los productos no estén expirados, que posea estacionamiento seguro y suficientes cajeras. Sin embargo, aun existe insatisfacción de los consumidores en torno a los precios, donde a excepción de Econo, todas las otras cadenas mantienen iguales sus precios o han aumentado los mismos. Igual tendencia se pudo percibir en el lanzamiento de especiales. Otro elemento que ha conducido a esa insatisfacción ha sido que los consumidores no sienten que están comprando un buen producto por el precio que están pagando por el mismo y entienden que el surtido de las góndolas no es el más variado. Se reduce la importancia de servicios adicionales en los supermercados Aunque el consumidor prefiere hacer todas sus compras en un mismo lugar, reflejando este año un alza de 76%, la realidad es que la situación económica ha transformado las prioridades de compra. Contrario a otros años, el estudio reveló que ya no es prioridad de los consumidores servicios adicionales en los supermercados, reflejando en áreas como farmacia y banco, mermas de 30% y 27%, respectivamente. Los consumidores están optando por comprar productos de limpieza y de cuidado personal en otros establecimientos que les ofrecen precios más económicos. Esta tendencia a su vez ha conducido a que farmacias y tiendas de conveniencia hayan perdido gran participación en segmentos de alimentos. Las farmacias además de medicamentos mantienen mercado en el área de cuidado personal y las gasolineras se limitan en casi su totalidad a la venta de gasolina y no están siendo percibidas como una opción para realizar ciertas compras. Miembros de la industria de alimento coincidieron, en que ante un consumidor tan exigente y sofisticado, las cadenas de supermercados tienen que ser más creativas, tienen que reevaluar sus góndolas de manera que se le dé igual participación a todas las marcas y se brinde la opción de selección al consumidor según sus gustos y preferencias.