9 de julio de 2009
El Vocero
Nueva York - El barril de petróleo de Texas se depreció ayer un 4.43% y cerró a $60.14, su precio más bajo en siete semanas y con el que encadena seis sesiones consecutivas a la baja. Al concluir la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en agosto restaron $2.79 al precio del martes, su mayor caída desde el pasado 20 de abril, cuando el crudo perdió $4.45 (el 8.84%). El descenso de ayer se produjo pese a que el Departamento de Energía (DOE) de Estados Unidos anunció que las existencias de petróleo bajaron la pasada semana 2.9 millones de barriles y quedaron en 347.3 millones. Esta dependencia informó de que las reservas de crudo se encuentran dentro del promedio para esta época del año, pese a que su volumen fue un 17.8% superior al de hace un año, por lo que los operadores mostraron su nerviosismo frente a un posible debilitamiento en la demanda del petróleo y sus derivados. Los contratos de gasolina para entrega en agosto bajaron diez centavos respecto al día anterior y cerraron a $1.63 dólares el galón (3.78 litros), después de que el informe semanal del DOE precisara que las reservas de gasolina aumentaron en 1.9 millones de barriles (un 0.9%), con lo que quedaron en un total de 213.1 millones. Ese dato también infunde inquietud en los inversores, que ven cómo la demanda de gasolina se mantiene débil pese a estar en período vacacional, cuando aumentan los desplazamientos en automóvil.