21 de junio de 2009
El Nuevo Herald
Cuando Madeleine Arango reclamó angustiada a Gastón Cantens, el hombre que manejaba los ahorros de toda su vida, por el incumpliento en el pago de los intereses de su inversión, Cantens sacó del bolsillo un rosario."Me dijo que todas las noches se sentaba a fabricar rosarios con su esposa y cada semana mandaba $50 a Cuba', explicó Arango al describir el extraño encuentro en Miami a finales de enero.
La cubanoamericana de 65 años afirmó que se quedó mirando Cantens y le dijo que no entendía la relación entre los rosarios y la deuda.
Cantens, presidente y propietario de Royal West Properties, le respondió, según ella: ‘‘Para que tú veas las buenas intenciones mías'.
Las buenas intenciones de Cantens no se concretaron en dinero, y ahora Madeleine y su esposo Eduardo Arango, quien está deshabilitado, se han sumado a la larga lista de inversionistas de Royal West Properties que se sienten engañados por Cantens y muchos de los cuales temen haber perdido todo el dinero que habían ahorrado para su vejez.
Los Arango alegan que la empresa de Cantens se quedó con $1.2 millones de ellos.
En una reunión el mes pasado, la empresa le informó a los acreedores que la deuda con los inversionistas individuales asciende a más de $40 millones. Informalmente, los inversionistas se han enterado de que las víctimas del incumplimiento pasan de 200.
La mayoría de ellos son amigos personales que afirman que se sintieron en confianza para hacer negocios con el empresario cubanoamericano porque durante varios años cumplió con lo prometido. A esto se sumaba, coinciden varios de ellos, que Cantens es una persona afable y familiar. Otros dijeron que le entregaron el dinero y no se preocuparon por las garantías porque compartieron con él los años escolares en el Colegio de Belén, en Miami.
"Cantens es el pequeño Madoff de Miami', indicó Madeleine, refiriéndose al carismático financista multimillonario de Nueva York, acusado de un esquema de pirámide con el que estafó miles de millones de dólares. "Invertíamos con él porque parecía un hombre bueno y honesto'.
Kendall Coffey, abogado de Cantens en Miami, declaró a El Nuevo Herald que su cliente se siente muy compunjido por la situación.
"Este no es un caso de fraude', expresó Coffey, ex fiscal federal de Miami. "Es un caso de un mercado inmobiliario golpeado por una gran crisis. Hubo algunos errores honrados pero no un fraude intencional'.
Royal West Properties, que promueve la venta de lotes, especialmente en la costa oeste de la Florida, fue declarada involuntariamente en quiebra el pasado 27 de mayo por acreedores que alegan el incumplimiento en el pago de una deuda de unos $4.4 millones, según informó el abogado que los representa Peter Valori.
"Para algunos de mis clientes esto es una pérdida muy dura, gran parte del dinero era de su retiro', afirmó Valori.
Con algunas diferencias no sustanciales, el esquema del negocio descrito en demandas radicadas en la corte del Condado de Miami Dade y los reclamos verbales de los inversionistas, funcionaba de la siguiente forma: Cantens o su esposa Teresita llamaban a sus clientes y les decían que tenían unas "buenas notas hipotecarias'. Con esto querían referirse a hipotecas de lotes que habían vendido a otros clientes a una muy baja cuota inicial y en condiciones de crédito muy favorables.