4 de junio de 2009
El Vocero
Se estima que en Puerto Rico la banca está perdiendo entre $20 millones y $30 millones anuales en diferentes esquemas de fraude, entre los que sobresalen el fraude hipotecario y el hurto de información personal de las tarjetas de crédito con el fin de apropiarse ilegalmente de bienes y servicios.En el 2004, alrededor de 10 millones de ciudadanos americanos fueron víctimas de fraude, lo que le costó a la banca de los Estados Unidos $6.6 mil millones en pérdidas.
Según explicó Héctor R. Torres, vicepresidente y director de Protección de Activos del Banco Popular, en décadas pasadas los ladrones de identidad obtenían información de las cuentas bancarias robando carteras, pero ahora se dedican a robar documentos a través de la Internet, por correspondencia y mediante las máquinas "skimmers", con las que se traspasa la información de las cintas magnéticas de las tarjetas de crédito o debito a otra falsa para luego utilizarlas para realizar todo tipo de compras.
Esta modalidad la llevan a cabo un grupo de personas que se dedica a ofrecerle dinero a los cajeros de establecimientos comerciales a cambio de que consigan tarjetas de crédito y sus "pin numbers".
Entre los esquemas más utilizados, se mencionó a bandas de delincuentes que entran a las urbanizaciones con la excusa de distribuir propaganda en los buzones y hurtan la correspondencia y basura para obtener documentos. También hay empleados que se aprovechan de la información que obtienen a través de solicitudes de tarjetas de crédito.
Por su parte, Luis Fraticelli, director del FBI en Puerto Rico, comentó que luego de la corrupción pública, el fraude hipotecario es la segunda prioridad para el FBI, ya que está poniendo en riesgo a las instituciones financieras y los resultados han sido adversos para el mercado de valores.
"Durante el año fiscal 2009, los informes de actividades sospechosas de fraude aumentaron más de un 36% y el 7% de estos informes reflejó una pérdida de $15 millones.
Al 28 de febrero de 2009, se habían radicado 28,773 casos de fraude hipotecario entre los que hay extracciones de los valores del capital, robos de identidad, esquemas de rescate de ejecuciones bancarias y propiedades sobrevaluadas a través de tasaciones falsas. También tenemos 566 investigaciones de fraude corporativo en donde se han manipulado los estados financieros, cifras de contabilidad e información privilegiada.
Todos estos casos están drenando los recursos limitados del FBI asignados a crímenes de cuello blanco," comentó Fraticelli, quien además indicó que el FBI está trabajando en mecanismos más eficientes para enfrentar la situación y orientando a los profesionales de la industria para que puedan detectar y prevenir el fraude.