1 de junio de 2009
El Nuevo Dia
Generalmente, los tipos de financiamiento se pueden generalizar en cinco categorías: Capital "semilla"; capital de inicio; primera ronda; segunda ronda, mezzanine y fase de liquidez; y nuevas emisiones. Cuando estamos comenzando, nos concentramos en las primeras dos etapas. Capital "semilla" Este representa los fondos que se necesitan para ver si la idea puede ser convertida en una oportunidad de negocio, con potencial de crear valor. Los fondos provienen mayormente de los activos del emprendedor (patrimonio del hogar, ahorros, etc.), familiares o amigos. Cuando no hay dinero o el dinero no es suficiente, se utiliza el trueque. A lo mejor tienes un familiar o amigo que tiene una habilidad que sirve para el futuro negocio e intercambias favor con favor, o ayuda con una futura posición en la empresa (si ésta es viable). Por eso es que dicen que, en la etapa de desarrollo, los familiares y amigos invierten más en el emprendedor que en el negocio (aquellos que invierten en el negocio esperan que el negocio camine para entonces poner dinero). La forma de reconocimiento puede ser a través de préstamo, reconocimiento en la participación del negocio o simple agradecimiento por la ayuda (con el recordatorio de no olvidar quiénes te ayudaron en el comienzo). Capital de inicio Digamos que ya salimos de la etapa de desarrollo. Tenemos el prototipo y el plan de negocios realizado. Es claro que sabemos el dinero que necesitamos para abrir las puertas del negocio. Hay que buscar dinero para comenzar. Es lo que se conoce como capital de inicio ("startup financing"). Este representa los fondos que se requieren para establecer el negocio con una mínima producción y venta. Los costos son altos (se está iniciando) y las ventas no son suficientes ni para poder cubrir los costos variables. Por eso se requerirá de un buen fondo para aguantar la operación por un tiempo prudencial hasta que el negocio camine. En otras palabras, el negocio es un "horno quemando cash". Esto exigirá fondos de los activos del mismo emprendedor, familiares o amigos. También se comienza a pensar en otras vías alternas, como préstamos o participación accionaria como ángeles y capitalistas de riesgo. Todos ellos exigen un plan de negocio y estados financieros. Entre los prestamos están el 7(m) o micropréstamo, el 7(a) o el 504, si vas a adquirir una propiedad inmueble o montar una fábrica para producir un producto o servicio. Todos son deudas que tienen que ser pagadas en un periodo. Los ángeles ("angels") son individuos que han acumulado suficientes activos personales y que operan de forma individual o en unión con otros, para proveer financiamiento al negocio (sean acreditados o no acreditados). Mayormente, son personas con experiencia en negocios e invierten en negocios con interés personal y que tengan experiencia profesional. Los capitalistas de riesgo ("venture capitalists") son individuos que se organizan formalmente para recoger dinero de otros inversionistas (individuales, corporaciones, fideicomisos, compañías de seguro o fondos de pensión) y se encargan de poner el dinero en negocios con potencial de crecimiento. Al formarse en grupo, ayudan a aumentar el capital disponible y a la vez distribuir el riesgo entre varios inversionistas. Si ven viabilidad en el negocio, te pedirán participación y muchas veces hasta control. El capitalista de riesgo exige el retorno alto y rápido. El ángel puede que tenga paciencia. Sea lo que sea, no olvides un principio fundamental en todo negocio: no importa cuánto dinero tengas o te den, si no existe una demanda por tu producto, servicio o forma de hacer las cosas, olvídalo. Toma nota.