4 de mayo de 2009
El Nuevo Herald
A PESAR del desplome de los precios de los condominios, la cantidad de propiedades sin vender tiene a los urbanizadores del sur de la Florida ideando ofertas para atraer a potenciales compradores, como la de renta con opción de compra. Pensando que pagar alquiler es igual a botar dinero, Mónica Gómez nunca le vio sentido a alquilar un lugar para vivir. Pero con los precios de los condominios desplomándose, la abogada de 26 años, que está desesperada por mudarse a Brickell, dijo que tampoco tiene gran sentido comprar ahora. No obstante, el desplome de los precios de los condominios que tiene a los urbanizadores del sur de la Florida con un inventario de unidades sin vender que les llega al cuello, está permitiendo a Gómez y otros como ella andar en misa y en procesión. Con algunos de los proyectos más lujosos de la región acribillados de unidades vacías, los urbanizadores están sacando a luz cada vez más programas de alquiler con opción a compra como un modo de atraer tanto a compradores renuentes como a inquilinos entusiastas. Algunas de las opciones ofrecen términos nunca escuchados antes en mercados normales. Muchos urbanizadores, incluyendo la superconstructora The Related Group, están ofreciendo opciones de alquiler con opción a compra que acreditan 12 meses de pagos de alquiler al pago inicial o los gastos de cierre. Las opciones, por lo general, son gratis. Una opción aún más atractiva: los inquilinos pueden negociar un precio de venta al final del contrato de alquiler, lo cual les permite esperar durante otro año de bajadas de precio potenciales mientras ahorran un pago inicial. La demanda de opciones de alquiler con opción a compra parece ser considerable. Scott Greenwald, urbanizador de The Lexi en North Bay Village, dijo que 26 nuevos inquilinos han firmado acuerdos de alquiler con opción a compra en los tres meses transcurridos desde que se iniciara el programa. La opción permite a los inquilinos fijar el precio actual de mercado del condominio por si los precios suben de nuevo en 12 meses. Los compradores pueden renegociar si los precios bajan, dijo. 'Los que acaban comprando viven ahí un año entero gratis. Mucha gente joven vienen al programa de alquiler con opción a compra', dijo Greenwald. La proliferación de opciones de alquiler con opción a compra representa la más reciente estrategia de supervivencia de los urbanizadores cuyos proyectos salieron al mercado justo cuando los precios se desplomaron y se secaron los mercados de crédito, haciendo prácticamente imposible conseguir financiamiento a los compradores de condominios. En estos momentos los urbanizadores tienen en sus manos unas 10,000 unidades nuevas sólo en el área del downtown de Miami y sus alrededores, sin contar los miles de nuevos condominios y conversiones a condos esparcidas por el resto de los condados de Miami-Dade y Broward. Aunque alquilar las unidades está muy lejos del modelo de negocios diseñado en tiempos mejores, los acuerdos de alquiler con opción a compra son un puente importante, aunque temporal, entre urbanizadores y compradores en la crisis del crédito, según Jonathan Mann, un agente inmobiliario de Grove Town Properties en Coconut Grove que se especializa en alquilar condominios propiedad de urbanizadores. Los urbanizadores pueden traer vida y viveza a un proyecto poblándolo de residentes, lo cual lo hace más atractivo a otros compradores, y eso además puede generar un flujo de fondos para cubrir sus gastos mientras esperan que mejore el mercado del crédito y que acudan los compradores, dijo Mann. 'Los inquilinos pueden probar los edificios y ahorrar para el pago inicial. No tienen que preocuparse porque las unidades se embarguen, y consiguen un edificio de lujo con costos de mudanza bajos. Es muy sencillo', afirmó Mann. Greenwald subrayó que los programas no durarán para siempre. El prevé que seguirá ofreciendo esas opciones por un año más, dos a todo dar, o hasta que mejore el mercado crediticio. Marc Billings, de 37 años, presidente de una compañía de telecomunicaciones en desarrollo con sede en el downtown de Miami, dijo que él se mudó a un penthouse en The Plaza precisamente porque tenía la opción a comprarlo. A los cuatro meses de haber alquilado, él se ha enamorado del área de Brickell que está a un paso de distancia de las tiendas y restaurantes de Mary Brickell Village y del Metromover que toma para ir a su oficina en el downtown. Dijo que ya negocia un precio de compra.