20 de abril de 2009

Impre.com

Queens — Los pastores de la iglesia Pentecostal Gregorio González (56 años) y Gerardo Bello (21) comparecieron ayer ante la corte de Queens donde se les presentaron cargos por estafar a inmigrantes. Los mismos comprenden robo en gran escala en segundo grado, posesión de propiedad robada en segundo grado y conspiración para estafar en primer grado. De ser declarados culpables podrían ser condenados hasta a 15 años de cárcel.

Ambos se habían dado a la fuga desde el 23 de marzo, cuando la Policía detuvo a su cómplice María Aurora González (52 años), hermana de Gregorio. No fue hasta el miércoles que la policía los encontró y detuvo en Weschester.

Los acusados, que decían ser pastores de la Iglesia Pentecostal, usaban la cobertura del templo denominado "Roca de la Salvación Eterna" en el 98-14 de la Avenida 41 en Corona, Queens, para estafar a sus feligreses, en su mayoría ecuatorianos. Con la promesa de ayudarles a legalizar su estatus migratorio, a través de un contacto que tenían en el Servicio de Inmigración, los hermanos González y su compinche Bello pedían cantidades que oscilaban entre $6,000 a $10,000 por la gestión, según la demanda a la que ha tenido acceso EL DIARIO/LA PRENSA.

Asimismo utilizaban el apartamento de María Aurora en el 55-08 de 97 Place en Corona, para realizar algunas de esas transacciones.

Algunas de las víctimas contactaron a la fiscalía después de que los acusados les dijeran que no podían cumplir su promesa porque su contacto en el Servicio de Inmigración había sido detenido, iniciándose así la investigación que ha finalizado con su arresto.

Según la fiscalía de Queens hasta el momento hay unas 70 víctimas que han denunciado el fraude pero la fiscalía estima que puede haber más por lo que solicitan que aquellos que hayan sido estafados se pongan en contacto con la Oficina de Crímenes Económicos en el teléfono (718) 286-6673.

Los investigadores de la fiscalía pudieron recuperar $75,000 de la casa de María Aurora y estiman que los acusados han podido defraudar al menos medio millón de dólares a sus víctimas. Este no es el primer caso de pastores de iglesias no católicas que han estafado a sus feligreses.

Queens — Los pastores de la iglesia Pentecostal Gregorio González (56 años) y Gerardo Bello (21) comparecieron ayer ante la corte de Queens donde se les presentaron cargos por estafar a inmigrantes.

Los mismos comprenden robo en gran escala en segundo grado, posesión de propiedad robada en segundo grado y conspiración para estafar en primer grado. De ser declarados culpables podrían ser condenados hasta a 15 años de cárcel.

Ambos se habían dado a la fuga desde el 23 de marzo, cuando la Policía detuvo a su cómplice María Aurora González (52 años), hermana de Gregorio. No fue hasta el miércoles que la policía los encontró y detuvo en Weschester.

Los acusados, que decían ser pastores de la Iglesia Pentecostal, usaban la cobertura del templo denominado "Roca de la Salvación Eterna" en el 98-14 de la Avenida 41 en Corona, Queens, para estafar a sus feligreses, en su mayoría ecuatorianos. Con la promesa de ayudarles a legalizar su estatus migratorio, a través de un contacto que tenían en el Servicio de Inmigración, los hermanos González y su compinche Bello pedían cantidades que oscilaban entre $6,000 a $10,000 por la gestión, según la demanda a la que ha tenido acceso EL DIARIO/LA PRENSA.

Asimismo utilizaban el apartamento de María Aurora en el 55-08 de 97 Place en Corona, para realizar algunas de esas transacciones.

Algunas de las víctimas contactaron a la fiscalía después de que los acusados les dijeran que no podían cumplir su promesa porque su contacto en el Servicio de Inmigración había sido detenido, iniciándose así la investigación que ha finalizado con su arresto.

Según la fiscalía de Queens hasta el momento hay unas 70 víctimas que han denunciado el fraude pero la fiscalía estima que puede haber más por lo que solicitan que aquellos que hayan sido estafados se pongan en contacto con la Oficina de Crímenes Económicos en el teléfono (718) 286-6673.

Los investigadores de la fiscalía pudieron recuperar $75,000 de la casa de María Aurora y estiman que los acusados han podido defraudar al menos medio millón de dólares a sus víctimas. Este no es el primer caso de pastores de iglesias no católicas que han estafado a sus feligreses.