11 de abril de 2009
El Vocero
La recesión económica que enfrenta Puerto Rico, con un aumento del desempleo y una escasez de crédito, ha motivado que cada vez más puertorriqueños acudan a las casas de empeño a dejar sus bienes a cambio de algo de dinero. El pasado año, las casas de empeño registraron 292,056 préstamos, un alza de un 25% en comparación con el 2007, cuando registraron 233,339 préstamos, según estadísticas del Comisionado de Instituciones Financieras. Igual tendencia se reflejó en el volumen de negocio. En el 2008 el volumen de negocio alcanzó las 26,050,769 transacciones para un alza de 32% en comparación con el 2007 cuando alcanzaron un volumen de 19,748,439 transacciones. Es posible que visitar una tienda de empeños no sea una experiencia "financiera" típica, pero ante la crisis económica, cada vez más personas acuden a estos negocios para cubrir alguna necesidad inmediata y temporal de dinero. Por lo general se trata de individuos que no tienen recursos de crédito como sería una tarjeta, carecen de relaciones bancarias y no poseen recursos financieros aparte de su sueldo de quincena en quincena. Otros sencillamente visitan este tipo de establecimiento con el propósito es adquirir gangas sin tener que ir al pulguero. En Puerto Rico la cantidad de casas de empeño en operación ha aumentado durante los últimos años. La Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras es el organismo encargado en fiscalizar, supervisar y reglamentar este tipo de negocio. Alfredo Padilla, Comisionado de Instituciones Financieras, explicó que en la Isla existen 162 licencias para operar casas de empeño y 54 sucursales adicionales, que son de franquicias o establecimientos adicionales de un mismo dueño. Aclaró, que ante la crisis existente ha aumentado el patrocinio en este tipo de negocio, como una medida para resolver su situación económica de manera inmediata. Agregó, que lo que más ha crecido es el empeño de las prendas de oro, debido al alza en el precio. Según varias casas de empeño, las personas empeñan laptops, motoras, autos, botes, prendas, podadoras, instrumentos musicales, armas de fuego, celulares y herramientas, entre muchos otros objetos. En la mayoría de las ocasiones, las personas regresan por sus artículos, o saldan la deuda y vuelven a empeñar objetos. Edgar Sierra, gerente de Levitt Golds, aceptó que hace unos tres meses ha observado un alza en el patrocinio, tendencia que proyecta ha de continuar en la medida que se siga complicando la situación económica del país y continúen los despidos. Aseguró, que la mayoría de las personas que acuden a donde ellos es por necesidades inmediatas que van desde la compra de gasolina hasta la compra de alimentos. Asimismo, Sierra afirmó que no existe un patrón en el tipo de cliente, que ya los hay de diferentes edades y de todas las clases sociales. La tasa de interés que se cobra promedia el 20% y el tiempo promedio que dura el empeño es de un mes. "En estos tiempos, muchas personas dependen de las casas de empeño para ayudarse en sus necesidades financieras diarias. Nuestros clientes representan a las familias trabajadoras que tienen una necesidad no esperada de efectivo, para pagar su renta, sus autos y para llenar el tanque con gasolina", precisó. Las casas de empeño ofrecen préstamos pequeños con garantía sobre algún objeto valioso que se deja en la tienda, compran artículos usados para posteriormente venderlos y/o venden artículos usados o nuevos. Las casas de empeño prestan el dinero por plazos que pueden ir desde un mes hasta cinco meses. La ganancia está en la mayor colocación de préstamos y en el interés generado por cada préstamo, los cuales pueden aplicarse semanal, quincenal o mensualmente. Algunas casas de empeño cobran un interés que puede fluctuar desde el 3% mensual hasta un 20%.