12 de marzo de 2009
Yahoo
Usted es suficientemente listo como para llevar una lista de preguntas a una entrevista de trabajo. Cuando el entrevistador le pregunta, "así que, ¿tiene alguna duda?", lo que menos debe responder es "no". Pero esa podría ser la mejor opción si no sabe que decir, porque algunas de las preguntas que se hacen en las entrevistas de trabajo es mejor que se queden sin responder. Estas son las 10 preguntas menos adecuadas para una entrevista de trabajo, que jamás deben plantearse, a menos de que no quiera el empleo. 1. "¿Qué hace su compañía?" Esta era una pregunta razonable para una entrevista en 1950 o en 1980, antes de que existiera Internet. Actualmente, es su trabajo investigar a cualquier compañía con la que tenga una entrevista antes de poner un pie en ella. Necesitamos presentarnos a una entrevista de trabajo sabiendo qué hace la compañía, quiénes son sus competidores y cuáles de sus logros (o desafíos) han sido noticia en fechas recientes. 2. "¿Van a verificar mis antecedentes?" Es asombrosa la frecuencia con la que un candidato a un puesto hace esta pregunta, que provoca alarma en el entrevistador, en lugar de plantear de forma más general "¿podría contarme por favor un poco acerca de su proceso de selección a partir de este punto?". Mucha gente tiene problemas en su historial que les causan preocupación durante su búsqueda de trabajo, o no están seguras de qué tan sólidas podrían ser las referencias que dieron de un trabajo anterior. Si se le invita a una segunda entrevista, entonces puede abordar algún tema sensible de su pasado. Preguntar "¿van a verificar mis antecedentes?" hace que parezca que tiene algo que ocultar. 3. "¿Cuándo podré solicitar un aumento de sueldo?" Las compañías temen pagarle a la gente menos de lo que deben tanto como temen pagarle de más, debido a que una persona a la que no se le paga lo suficiente en relación a sus contrapartes en el mercado laboral es una persona que podría dejar pronto su puesto. En lugar de preguntar por su primer aumento antes de conseguir el puesto, puede preguntar (en una segunda entrevista) "¿realiza su organización una revisión convencional de desempeño y salario una vez al año?". 4. "¿Tienen disponible algún otro puesto?" Buscar trabajo exige pensar con rapidez a la hora de hablar con honestidad y, si un trabajo está por debajo de sus habilidades, le irá mejor si lo expresa con franqueza en lugar de darle vueltas al asunto con esta pregunta. No tiene por qué descartar la opción que se le ofrece; puede decir, "el empleo suena interesante, pero francamente, yo ganaba un 30 % más y supervisaba gente en mi empleo anterior. ¿Podría ayudarme a comprender la trayectoria profesional de este papel?". Eso le da al entrevistador, si está prestando atención, una pista para mencionar otra vacante que pudiera existir. 5. "¿Qué tan pronto puedo transferirme a otro puesto?" Cuando hace esta pregunta, está anunciando "me voy a ir a la primera oportunidad". Si le gusta el trabajo, acéptelo. Si no es para usted, espere a que llegue la oportunidad adecuada. Casi todos los lugares de trabajo lo mantendrán con la duda durante al menos un año antes de aprobar una transferencia interna, así que buscar trabajo con la idea de cambiarse después probablemente no funcionará de la forma que había esperado. 6. "¿Podría decirme qué líneas de transporte público llegan a sus instalaciones?" Ingrese a Internet y averígüelo por usted mismo. No es problema de su posible patrón encontrar la forma de que usted llegue al trabajo. 7. "¿Tienen descansos para salir a fumar?" Si trabaja en ventas al menudeo o en un centro de atención teléfonica, podría solicitar descansos. En el resto de los trabajos, no pregunte; si su necesidad de fumar se interpone de tal forma en su vida laboral que siente la necesidad de indagar al respecto, pídale a su mejor amigo o a su pareja que lo ayuden a dejar de fumar como regalo por haber encontrado un nuevo empleo. Muchas compañías prohíben fumar en sus instalaciones y a algunas no les gusta contratar a fumadores. ¿Para qué darle a un posible jefe un motivo para rechazarlo? 8. "¿Está (mi padecimiento) cubierto por su seguro médico?" Esta es una mala pregunta por dos motivos. No se le debe contar a un perfecto extraño nuestros problemas médicos, especialmente cuando la persona está decidiendo si nos da o no un trabajo. Pida ver una copia del folleto de prestaciones de la compañía cuando se le haga una oferta. Esto también es una mala pregunta desde un punto de vista de criterio; sólo un porcentaje diminuto de personas en Recursos Humanos, y ningún gerente de departamento, sabe cuáles son todas las enfermedades cubiertas por su plan de seguro médico. De cualquier modo, su enfermedad preexistente no estará cubierta bajo casi ningún plan corporativo durante al menos un año. 9. "¿Piden un examen antidoping?" Si tiene alguna objeción filosófica a las pruebas antidoping, espere hasta que le pidan que se someta a una y exprese su objeción. De otro modo, su pregunta suena más bien como, "no pasaría una prueba de ese tipo", así que mejor no pregunte. 10. "Si me contratan, ¿puedo esperar hasta (un periodo de más de tres semanas a partir de la fecha de contratación) para comenzar a trabajar?" Tras contratarlo, una empresa anticipa darle un periodo de al menos dos semanas para que notifique su cambio de trabajo en su empleo actual. Si no está trabajando, le gustaría verlo antes. Si pide demasiado tiempo antes de comenzar a trabajar -a menos de que tenga un muy buen motivo- quien lo contrata podría pensar, "¿qué tan serio es este candidato acerca del trabajo?". En todo caso, si quiere pedir una extensión para la fecha de inicio de labores, solicítela después de que recibe la oferta para el puesto. No antes. Liz Ryan es una veterana con 25 años de experiencia en Recursos Humanos, ex Vicepresidenta de una compañía Fortune 500 y una experta internacionalmente reconocida en carreras y el lugar de trabajo para el nuevo milenio. Las opiniones expresadas en esta columna reflejan únicamente las de la autora.