17 de marzo de 2006
Viernes, 17 de marzo de 2006Por Natalia Martín CanteroAgencia EFESAN FRANCISCO - El idilio de Estados Unidos con la comida japonesa podría tener los días contados: grupos como Greenpeace o GotMercury indican que comer sushi puede convertirse en un peligro y exigen al Gobierno tomar medidas al respecto.La popularidad de la comida japonesa ha llegado a tal extremo en este país que incluso los Sopranos, la familia de mafiosos que da nombre a la exitosa serie de la televisión y que a menudo refleja las costumbres de la sociedad estadounidense, ha cambiado de menú.En la nueva temporada que acaba de estrenarse, los Sopranos se reúnen frente a platos de sushi -arroz hervido junto con pescado crudo, a veces envuelto en algas marinas- en lugar de los habituales platos de pasta.Pero el sushi de atún -el más popular de todos en los restaurantes de EE.UU.-, aclamado por su alto valor nutritivo y otras bondades, es una bomba de relojería, sobre todo para las mujeres en edad fértil y los niños, según estas agrupaciones.El grupo con sede en San Francisco (California) GotMercury.org lanzó hace unos días una campaña para alertar sobre el alto contenido de mercurio en el plato y reclamar a la Administración de Alimentos y Fármacos de EE.UU. (FDA) que actúe al respecto.El grupo recogió platos de sushi de seis conocidos restaurantes japoneses en Los Angeles y Santa Mónica y los llevó a analizar a los laboratorios CRG en Torrance, al sur del estado.Los resultados de las doce muestras de atún analizadas indicaron que el nivel de mercurio es el doble del recomendado por la FDA en la mitad de los casos, mientras que una cuarta parte se aproximaba a los límites en que la FDA recomienda que el pescado no se venda."Nuestro estudio confirma que la FDA debe revisar sus advertencias anteriores y aclarar que las mujeres y los niños deben dejar de comer atún", señala GotMercury.org.El estudio inicial se centra en Los Angeles, pero Eli Saddler, analista de salud pública del grupo y responsable de la investigación, indica que son extrapolables a cualquier otra ciudad."El pescado viene del mismo sitio, se venda donde se venda. Es una industria internacional", señaló Saddler.Saddler se muestra convencido de que tras la reticencia de las autoridades a tomar medidas más enérgicas que protejan a los consumidores está la poderosa Fundación del Atún de EE.UU. (www.tunafacts.com).Esta fundación, indica, se ha gastado "millones de dólares en presionar al Gobierno de EE.UU. para que haga caso omiso de las recomendaciones de los grupos de salud y mire hacia otra parte".La cuestión, sin embargo, no es para tomársela a la ligera.Estudios recientes relacionan la exposición al mercurio con problemas en el sistema inmunológico, reproductivo y cardiovascular.Los bebés en gestación son especialmente vulnerables, ya que la sustancia puede dañar su desarrollo neurológico, lo que resulta en índices de inteligencia más bajos, problemas de coordinación y cardiovasculares, entre otros.El mercurio procedente de las incineradoras, las minas o las plantas energéticas llega al agua y se va acumulando en la cadena alimenticia, de manera que los pescados más grandes -como el pez espada o el tiburón, además del atún- son los que contienen mayores niveles de esta sustancia.El problema con el sushi de atún es que lo ideal es que proceda de peces más grandes y viejos, con lo que se incrementa la cantidad de mercurio que ya de por sí contienen.Ante esta situación, GotMercury planea lanzar nuevas campañas en otras ciudades -Miami entre ellas- y asociarse con Greenpeace.La veterana organización ecologista dispone de un programa que permite que quien lo desee conozca cuál es su nivel de mercurio previo pago de 25 dólares y el envío por correo de una muestra de cabello.Por otra parte, el grupo de San Francisco lanzará en las próximas semanas campañas en español y en chino, ya que el nivel de mercurio entre los inmigrantes es, por lo general, más alto, debido a que tienen menos información al respecto."Comer sushi se ha convertido en la nueva ruleta rusa", dijo Saddler en referencia a los peligros que puede suponer.