22 de marzo de 2006

Por Rafael Lama

Consumo al día

Mucho se ha dicho sobre el propuesto reglamento del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), que pretende regular el tiempo en que despachan los medicamentos en los recetarios.

Mientras el secretario del DACO, Alejandro García Padilla, favorece a viva voz el establecer un reglamento que vele porque las farmacias entreguen las recetas dentro de un tiempo adecuado, entidades como el Colegio de Farmacéuticos, la Asociación de Farmacias de la Comunidad y la Cooperativa de Farmacias Puertorriqueñas se han opuesto, indicando que la propuesta pudiera ?atentar contra el ejercicio responsable del farmacéutico?.

Entre otras cosas, el propuesto reglamento, que irá a vistas el 25 de abril, le otorgaría a las farmacias 20 minutos (por cada medicamento) para despachar recetas de tres fármacos o menos.

O sea, que si usted va con un receta de tres medicamentos, la farmacia tendría hasta un máximo de una hora para despacharlos. De no cumplir, DACO le podría imponer multas de hasta $10,000.

Entre las razones que citan las mencionadas asociaciones para oponerse al propuesto reglamento figura el que establecer límites de tiempo para el despacho podría crear ?tensión indebida? que puede llevar a errores en el despacho de medicamentos.

Pero, gente, ¿de qué estamos hablado? Que alguien conteste cuánto tiempo necesita un farmacéutico para poder despachar un medicamento sin error alguno. Si bien es cierto que estamos hablando de un tema tan delicado como lo es la salud, no se puede perder de perspectiva que los farmacéuticos son profesionales con un alto grado de preparación. No estamos hablando de personas inexpertas que van a ver una receta y se van a poner a temblar.

Tampoco podemos perder de perspectiva que un anciano enfermo, el padre de un infante con una severa infección e incluso, usted amigo lector, que tenga un dolor agudo, no tiene ni dos ni tres horas para esperar por su medicamento.

La semana pasada nos dimos a la tarea de llevar una receta a una popular farmacia en El Condado. Entregamos la receta de dos medicamentos. Después de 16 minutos de espera para que nos atendieran (contados por reloj) nos dijeron que la receta se entregaría en dos horas. Cuestionamos si era que no tenían los medicamentos. Sencillamente nos dijeron que estaban cortos de personal.

Regresamos en cuatro horas y en menos de cinco minutos despacharon los fármacos. Pero si se tratara de un dolor grave o de una cuadro clínico un tanto más complicado, dos horas no hubiese sido un periodo aceptable.

Lo triste es que fuera de nuestra prueba reciente, las historias de horror y de esperas eternas en las farmacias parecen ser el pan de cada día del consumidor boricua.

Algunos argumentan que no hay suficientes farmacéuticos en Puerto Rico. Mientras, otros alegan que se trata de una táctica de las farmacias para que los pacientes, mientras esperan, vayan a comprar otros productos en el establecimiento.

Independientemente, la situación tiene que mejorar. Las asociaciones tiene todo el derecho a diferir del propuesto reglamento, pero lo cierto es que por el bien del consumidor puertorriqueño, tiene que haber un compromiso firme para agilizar el despacho de medicamentos.