8 de abril de 2006

El mundo de las nuevas tecnologías funciona a saltos. Cada cierto tiempo, un avance técnico intenta colarse en el mercado para desbancar a los que ya existen. Gran parte de su éxito depende de las ventajas que aporta porque el precio es un factor que tiende a bajar hasta que llega a un umbral en el que se populariza. La fotografía digital es un caso claro. Las primeras cámaras digitales eran pesadas, tenían poca resolución y su precio era prohibitivo.
CARLOS ZAHUMENSZKY/
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Sin embargo, las ventajas sobre el carrete eran tan evidentes que bastó que mejoraran sus prestaciones y abarataran un poco su coste para convertirse en un nuevo estándar. Otro tanto ha ocurrido con tecnologías como el MP3, el CD-Rom, el USB, el ratón óptico o tantas otras muestras de tecnología que nos rodean donde quiera que miremos. Por supuesto, en toda carrera también hay perdedores. El mercado tecnológico ha visto pasar sin pena ni gloria tecnologías como el vídeo Beta, el Minidisc, el carrete APS o el Firewire.

En el caso del mercado del vídeo, el salto que acabó con el VHS fue claro. Las antiguas cintas, plagadas de problemas técnicos y averías, no podían competir con un formato más pequeño, más rápido y cómodo de manejar y que permitía todo tipo de nuevos contenidos como era el DVD.

El DVD, o Disco Versátil Digital, tuvo además la peculiaridad de conseguir el reconocimiento unánime por parte de todos los fabricantes. En 1995, las principales compañías de electrónica de consumo, software y medios de comunicación crearon el Consorcio DVD, que después pasaría a llamarse DVD Fórum. Este organismo sin ánimo de lucro se ocupó de gestionar las licencias de este formato así como de definir los estándares y cambios tecnológicos que ha sufrido en su camino. El DVD Fórum aseguró la estabilidad necesaria para desarrollar la tecnología DVD que, hoy por hoy, es el único estándar en vídeo doméstico.

Bien entrado 2006, los fabricantes de tecnología anuncian la inminente comercialización de dos nuevos formatos de disco que aspiran a sacar a los DVD de los videoclubs. Se trata de HD-DVD y Blue-Ray. El lanzamiento de ambos sistemas ha sufrido continuos retrasos por problemas técnicos. Toshiba ha anunciado los primeros lanzamientos de HD-DVD para abril y Sony lanzará los primeros Blue-Ray al mercado americano en mayo. Todo indica que ambos sistemas estarán plenamente disposnibles para las navidades de este año.

HD-DVD es el estándar desarrollado por Toshiba. Técnicamente, se trata de un tipo de DVD avanzado que triplica la capacidad de almacenamiento del actual, alcanzando los 15 gigabytes por cada capa. El nuevo formato también está preparado para los sistemas de sonido posicional y para la televisión de alta definición. Otra de las cracterísticas que diferencian a HD-DVD es que sus unidades lectoras son compatibles con las del formato actual. Esto es, se pueden ver DVD normales en un reproductor de HD-DVD.

En el otro lado del campo de batalla se encuentra Blue-Ray. Se trata de un formato desarrollado por un grupo de empresas con Sony y Phillips a la cabeza. Del mismo tamaño y aspecto externo que su rival, Blue-Ray toma su nombre del haz de láser que se necesita para leerlo, más fino y de color azul. La anchura de este haz permite grabar hasta 25 gigabytes de información en cada capa del disco. Una de las ventajas más importantes de Blue-Ray ha venido de una debilidad. La información que se graba en el disco está a tan sólo 0,1 milímetros de la superficie. En un primer momento se pensó en encapsular el disco en un cartucho, pero TDK encontró otra solución al añadir una capa de material endurecido.

Fruto de un acuerdo

Esta capa hace que los discos Blue-Ray sean menos susceptible de rayarse que los DVD normales o los HD-DVD. Aunque en un principio, los lectores de Blue-Ray no eran compatibles con los antiguos DVD, los prototipos más recientes ya lo son. Lo único cierto es que ambos formatos son completa- mente incompatibles entre sí. Algunas compañías han anunciado dispositivos híbridos pero constarán de dos unidades lectoras, al menos por ahora.

Es muy arriesgado proclamar la posible victoria de uno u otro bando. La capacidad de almacenamiento no es un factor decisivo, ya que , de momento, los contenidos de alta definición no precisan de tanto espacio en el disco. Blue-Ray es técnicamente superior, tanto en tasa de transferencia como en durabilidad de los discos y capacidad de mejora. No obstante, el candidato más avanzado tecnológicamente no siempre gana.

Hace años, la pugna entre VHS y Betamax se saldó con una derrota comercial de este último pese a que ofrecía una mayor calidad de imagen y sonido que su competidor. El consumidor no es necesariamente lógico. Lo avanzado de la tecnología de Blue-Ray también le ha causado no pocos problemas. Las líneas de producción de reproductores y discos de todo el mundo apenas necesitan alterarse para fabricar HD-DVD. Sin embargo, para fabricar discos Blue-Ray se necesitan cambios profundos y costosos.

El precio de la tecnología Blue-Ray también será más caro. Buena muestra de ello es la nueva consola de Sony. Aunque su valor no está confirmado, la PS3 podría tener un coste entre los quinientos y seiscientos euros. Para añadir más leña al fuego, Microsoft ya ha anunciado que su consola de nueva generación, la Xbox 360, contará en breve con un reproductor externo de HD-DVD. El resultado de esta guerra puede saberse en apenas unos meses o durar varios años y tener un resultado tan absurdo como el que tuvo VHS en su guerra contra BetaMax.