1 de mayo de 2006

BEEVILLE, Texas (AP) - Nadie duda que los altos precios de la gasolina tienen un efecto bastante negativo para la gente de este pequeño poblado del sur de Texas, situado a casi media hora de centros comerciales y centros médicos especializados, pero algunos residentes tienen dudas sobre el llamado al boicot de Exxon Mobil Corp.

Oponentes del boicot que comienza el lunes indican que los impuestos a la gasolina y petróleo forman gran parte del presupuesto del condado, y dicen que un boicot terminaría afectando negativamente a las gasolineras pequeñas, cuyas ganancias no derivan de la gasolina.

El boicot contra la petrolera más grande del mundo continuará hasta que el galón de gasolina baje a 1,30 dólares, dijo el juez del condado Jimmy Martínez, el funcionario electo de mayor rango en el condado. Un galón de gasolina regular alcanzó el domingo un precio promedio nacional de 2,92 dólares, y un precio promedio de 2,80 dólares en el área de Corpus Christi.

"Entiendo el libre comercio. Entendemos que vivimos en Estados Unidos. Pero, por favor, sólo porque ellos tienen una licencia no quiere decir que pueden robar", dijo el juez.

Un sondeo del diario Beeville Bee-Picayune indicó que el 72% de los encuestados planean participar en el boicot pedido por la junta del condado.