2 de septiembre de 2006

Yolanda Arenales
Reportera de Negocios

2 de septiembre de 2006

En estos tiempos tecnológicos los chicos pueden perder en la escuela artículos mucho más valiosos que una caja de lapiceros o un cuaderno.

A la cabeza de los cinco objetos con más peligro de ser robados en escuelas y colegios figuran los instrumentos musicales y las computadoras portátiles, según una lista elaborada por los expertos en reclamaciones de la empresa aseguradora Allstate.

En la lista también figuran aparatos de procesar datos como los PDA, los MP3 y sus accesorios y cámaras digitales, junto con otros más clásicos como artículos deportivos.

Bob Gick, uno de los expertos de Allstate, señala que particularmente los aparatos electrónicos son muy atractivos, ya que son fáciles de portar y esconder, siendo además relativamente valiosos.

Gick recomienda que nunca se les pierda de vista, lo que incluye especialmente los carros aparcados en torno a escuelas y universidades.

Según Dan Yost, presidente de la compañía de sistemas de seguridad SafeRegistry, robar una computadora portátil (laptop) toma entre cinco y 10 segundos, y a menudo ocurre en lugares que pueden erróneamente considerarse como seguros, tales como la biblioteca de la escuela.

Las pérdidas por laptops robadas en 2004 totalizaron más de 6.7 millones de dólares, según datos del Instituto de Seguridad de Computadoras (CSI) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), aunque esa cifra abarca todo tipo de robos, no sólo los que afectan a estudiantes.

Se estima, además, que el robo de estos aparatos en Estados Unidos está creciendo entre un 37% y un 50% anualmente.

Aunque las mejores medidas de prevención son no separarse de los objetos valiosos y no llevarlos a la escuela a menos que sean realmente necesarios, medidas como colocar etiquetas de identificación (las más efectivas, pero también más caras, son las que ofrecen algunas compañías de seguridad que usan pegamento especial casi imposible de eliminar y un sistema de localización) o instalar códigos de acceso pueden aminorar el riesgo.

Los ladrones buscarán los objetos no sólo menos complicados de robar, sino también los que son más fáciles de usar y vender.

Gick señala que la mayoría de las pólizas de seguro del hogar ofrece cierta cobertura sobre posesiones personales, y aconseja a los padres que revisen con su agente de seguros qué artículos estarían cubiertos o cuáles quieren incluir.

Para los estudiantes universitarios la cobertura puede depender de su tipo de alojamiento. Generalmente, si residen en dormitorios dentro del campus, las coberturas que los padres puedan tener mediante seguro del hogar suelen mantenerse.

Sin embargo, si viven por su cuenta, por ejemplo rentando un apartamento, dicha protección no se extiende y necesitarán una póliza independiente de seguro de alquiler.