3 de agosto de 2006

La ?presión económica? es el principal método de control de natalidad de la sociedad puertorriqueña, opinó la demógrafa Judith Rodríguez.

En entrevista con El Nuevo Día Domingo, Rodríguez señaló que, de surgir una propuesta de control de hijos, la misma debe descansar en el ?aspecto cualitativo? y no en números.

Lo que reveló el censo del 2000

En la Isla habían 3,912,054 habitantes.

Según esos datos, San Juan es la ciudad más poblada con 428,591; seguida por Bayamón con 222,195 habitantes; Carolina con 187,472 y Guaynabo con 102,287.

Los municipios con menos habitantes son Culebra con 2,016 habitantes y Maricao con 6,405.

Un 25.4% de la población de 25 años o más no había completado el noveno grado. En este mismo renglón la proporción con un grado de bachillerato o más en el 2000 fue de 18.3%.
Según Rodríguez, la población con niveles educativos más altos piensa dos veces la cantidad de hijos que va a tener porque ?piensa en su bienestar?.

Por el contrario, en sectores con niveles educativos bajos, prevalece una mayor tasa de crecimiento porque, según Rodríguez, ?no hay ningún grado de racionalidad? en cuanto a lo implica tener un hijo.

Dijo que la ignorancia y que ?siempre hay unos recursos económicos que le permiten seguir sobreviviendo? hacen pensar a este sector que ?independiente de las presiones económicas, el tener varios hijos no represente un problema?.

?Lo interesante es la composición de esa población... el aspecto cualitativo y la calidad de vida de los niños, que son el futuro de este país?, comentó.

Rodríguez puntualizó la importancia de un programa de educación sobre métodos anticonceptivos para que no lleguen niños al mundo ?de una manera irresponsable?. Agregó que lo ideal sería que las parejas tengan el número de hijos que pueda mantener.

La demógrafa explicó que, de acuerdo al censo del 2000, Puerto Rico tiene una tasa de crecimiento poblacional baja y se encuentra bajo los niveles de reemplazo. Esto significa que cada familia tiene menos de dos hijos.

Esta tendencia, según Rodríguez, es a nivel mundial porque la mujer ha entrado a la fuerza laboral, se educa, se casa más tarde y entiende que su papel principal en la sociedad no es tener hijos.

Sin embargo, la tasa de crecimiento poblacional baja ?nos ha llevado a un envejecimiento de la población? y esto ?trastoca todo el orden económico, social y político del País?.

No obstante, afirmó que ?a Puerto Rico se le pasó el tiempo? para adoptar una política de control de natalidad. Un momento propicio para hacerlo fue la década del 50, cuando se registraron los niveles más altos.

Sin embargo, el evento de emigración de puertorriqueños a Estados Unidos en esa década le sirvió al país como ?válvula de escape?. De no haber sido de esta forma ?seríamos cerca de siete millones y los problemas de ahora serian dobles?.

La demógrafa descartó que ?en un país como el nuestro? se presente una política pública que controle la cantidad de hijos por pareja porque ?te va a caer encima media humanidad?.

De ahí que un sector de la población tome la decisión de tener cierta cantidad de hijos en su ?carácter individual?.

El caso de China, explicó, tiene unas consideraciones políticas y económicas que llevaron a este país a poner en vigor en 1979 la política del hijo único.