3 de agosto de 2006

El elevado costo de vida en Carolina del Sur fue razón determinante para que Gildren González Rivera regresara a Puerto Rico junto a su familia.

Vivió en Estados Unidos durante ocho años. Allí se casó y procreó un hijo junto a Lázaro Antonio Montes. En Carolina del Sur llegó a desembolsar hasta $800 anuales en contribuciones por sólo dos automóviles. Además, pagaba aranceles estatales y federales y un impuesto al consumo de casi 6%.

AJUSTES EN EL PRESUPUESTO DE LOS MONTES GONZÁLEZ

Usar un sólo carro


Cancelar uno de los dos teléfonos celulares


Evitar comer en restaurantes


Limitar el uso del acondicionador de aire


Intentar matricular a su hijo en escuela pública
Cuando abandonó su trabajo en Carolina del Sur ganaba $20,000 anuales. Llegó a Puerto Rico hace seis años para devengar un sueldo de cerca de $13,400. Aún así, aseguró que, luego de mudarse a la Isla, no alteró su estilo de vida porque se ahorraba las altas tasas tributarias que pagaba en Carolina del Sur.

Su esposo comenzó a trabajar en la Isla con un salario $20,000 por debajo de lo que ganaba allá como corredor de seguros para una compañía privada.

En momentos en que está por implantarse el impuesto estatal al consumo y en que los costos por los servicios básicos han ido en aumento, esta pareja, como muchos otros puertorriqueños, buscan ajustes a su estilo de vida.

Decidieron eliminar uno de los celulares, usar sólo un auto para ir al trabajo, no comer en restaurantes, moderar el uso del acondicionador de aire y evalúan colocar a su hijo en una escuela pública. ?El problema con la escuela pública es que si la maestra no va, te lo mandan para la casa, y yo no me puedo dar ese lujo porque nosotros trabajamos y necesitamos que él tenga un horario fijo?, sostuvo la empleada pública y líder sindical de la agencia en que labora.

Actualmente, González Rivera trabaja como oficial de evaluación en la Oficina de Servicios con Antelación al Juicio. Mientras, Montes, de nacionalidad colombiana, trabaja desde hace un año por cuenta propia como corredor de seguros. En conjunto, generan entre $50,000 y $60,000 al año.

?En Estados Unidos, aunque ganaba más, se nos iba en contribuciones. Cuando empecé (a trabajar) acá, me ganaba menos de la mitad, pero el dinero nos rendía más?, expresó Montes.

?Ahora estamos pilla?os... vivimos, como quien dice, cheque a cheque?, añadió González Rivera.

Esta familia forma parte de los cerca de 79,000 contribuyentes que reportaron ingresos de entre $50,000 y $100,000 el pasado año y que bajo la polémica reforma contributiva no verán alivios sustanciales en las tasas.

Según estadísticas del Departamento de Hacienda, la carga contributiva de este sector asciende a $687 millones. En una entrevista reciente con El Nuevo Día Domingo, el presidente de la comisión cameral de Hacienda, Antonio ?Toñito? Silva, reconoció que al momento de redactar el proyecto, no se contemplaron alivios sustanciales para los contribuyentes con ingresos entre $50,000 a $100,000, porque ?su prioridad? fue dar rebajas en las tasas para los sectores con ingresos menores de $50,000.

La pareja aseguró que, mientras vivían en Estados Unidos, atravesaron una crisis financiera que les permitió prepararse para situaciones similares en un futuro. ?Experiencias que tuvimos anteriormente nos han ayudado... conscientes de eso, contamos con una red de seguridad de ahorros?, dijo Montes.