4 de septiembre de 2006

Mitos y realidades

Rose Rennekamp
Especial para Vida y Estilo

4 de septiembre de 2006

Si usted es como muchos otros padres de familia que están viviendo la experiencia de la universidad con sus hijos o hijas adolescentes, llegará al punto en el que se rascará la cabeza y se preguntará por qué la planificación universitaria se ha complicado tanto.

Cierto número de factores hacen que en la actualidad la planificación universitaria sea más compleja que en el pasado.

Ahora los estudiantes tienen más opciones cuando seleccionan las universidades y su especialización, más fuentes de posibilidades para obtener apoyo económico y mucha más información qué recopilar.

Si usted se está enfrentando a un territorio desconocido, quizá esté intentando categorizar las realidades y los mitos de esta situación. Espero poder disipar algunos de los mitos que pudieran hacerle más difícil la planificación universitaria.

Le daré algunas respuestas para cuando su hijo o hija le diga...

1. "No importa qué cursos tome en la secundaria, siempre y cuando mi promedio de calificaciones sea alto".

Los cursos que representan un reto preparan a los estudiantes a cumplir con sus responsabilidades universitarias. El personal de admisión de las universidades se concentra en las calificaciones promedio, pero también presta especial atención a la selección de los cursos durante la secundaria, y especialmente durante el último año de ésta. La selección de los cursos puede afectar las calificaciones de los exámenes de admisión.

Las calificaciones más elevadas en los exámenes de aprovechamiento surgen de cursar materias que representan un reto y de esforzarse en el aprendizaje de éstas.

2. "Necesito obtener una calificación alta en el examen para que me acepten en la universidad".

Es verdad que la calificación en el examen demuestra la manera en la que el estudiante está preparado para la universidad, y muestra a qué áreas necesita dedicar más esfuerzo. Aun así, la calificación del examen es solamente una parte de la información que los consejeros de admisión toman en consideración al analizar una solicitud.

Los colegios y universidades aprovechan el uso de un punto de vista integral cuando analizan el número de factores de aprovechamiento, y la calificación del examen es uno de esos factores.

Las universidades no descalifican a los solicitantes tomando como base únicamente las calificaciones del examen, tampoco califican a los solicitantes tomando como base únicamente el puntaje obtenido en el examen. Las universidades aprovechan el uso de un punto de vista integral como un medio para cerciorarse de que esa universidad será la adecuada para usted, y que usted cuente con las mejores posibilidades de lograr el éxito académico.

3. "Debo ya tener en mente una especialización al llegar al plantel".

Probablemente esto es algo más difícil para los padres que para los estudiantes. La universidad es una inversión. Aproximadamente el 12% de los estudiantes en el primer año universitario no ha tomado esa decisión, y eso no constituye un problema. Lo importante es tener una idea de los intereses y virtudes del estudiante y estar abierto a otras posibilidades, aun cuando ya se haya decidido seguir una especialización.

4. "Creo tener los medios económicos para asistir a una universidad pública, pero no a una privada".

No pase por alto las universidades únicamente por el costo. Usted se sorprenderá del apoyo económico que puede recibir de una universidad privada por medio de subvenciones, estudio y trabajo o préstamos.

El Departamento de Educación de Estados Unidos informa que mientras el costo de la educación superior va en aumento, también aumentan las cifras de la asistencia económica.

Visite el sitio ACT (programa integral que informa a los estudiantes sobre cómo planear su educación superior) y llene el formulario para calcular el apoyo económico necesario (Financial Aid Need Estimator) y obtenga un cálculo aproximado de la cantidad de ayuda que usted podría recibir si cumple con los requisitos.

Mientras que poco a poco se ve usted mismo inundado con ofrecimientos de universidades en su correo diario y los formularios que deberán llenarse, recuerde que ésas son más opciones y oportunidades para su hijo o hija.