29 de septiembre de 2006

Patricia Prieto
patricia.prieto@laopinion.com
29 de septiembre de 2006

Los niños desarrollan su propia personalidad financiera en los primeros años de vida, afirma la asesora y experta en finanzas Julie Stav, quien además indica que durante el proceso de formación los padres deben tener mucho cuidado con lo que dicen y hacen delante de sus hijos.

Por ejemplo, señala, no resulta beneficioso educar a un niño en un ambiente familiar donde abundan los mensajes que crean un espíritu de miseria, de pobreza.

"Si a un niño se le está diciendo siempre: ?Eso sólo es para los millonarios? eso no lo podemos comprar nosotros? ni que fuéramos ricos? el dinero no crece en los árboles?, lo más probable es que en la edad adulta sea un amarrado, una persona sin espíritu de progreso o, al contrario, un derrochador", explica la experta.

Stav señala que también hay que tener cuidado en no dar a los menores mensajes equivocados con nuestros hábitos de manejar el dinero.

"Sería erróneo decirle al niño que no hay dinero mientras él ve que en casa sus padres compran cosas de manera excesiva, ya sea con dinero en efectivo o tarjetas de crédito o de repente lo llenan de regalos ", denota la asesora financiera.

Analizar desde muy temprano la personalidad financiera del menor es otra tarea de aquellos padres que desean hijos capaces de aprender desde muy temprana edad a ser exitosos con sus finanzas.

"Los niños deben aprender a administrar de forma inteligente sus finanzas y a ganar dinero desde chicos", puntualiza la experta. "Pero el dinero que ganan no debe ser la cuota semanal que le dan los padres por hacer los quehaceres de la casa. Éstos son responsabilidades y obligaciones que tiene toda persona que vive en familia".

La experta recalca que a los menores de edad hay que enseñarles que, si quieren ganar dinero e incrementar sus ganancias, tienen que esforzarse en hacer algo extra o ver cómo pueden gastar menos cuando van a comprar las cosas que necesitan.

El secreto de la educación financiera, explica Stav, está en ayudar a los niños a diferenciar entre el gasto que se efectúa por necesidad y el que se realiza innecesariamente por deseo.

Otra recomendación importante es ayudarles a desarrollar su capacidad para crear actividades que les permitan ganar dinero.

"Al hacerlos reflexionar acerca de esto, el niño comenzará a pensar más como un empresario, no como un empleado", concluye Stav.