12 de noviembre de 2006

Por: El Nuevo Dia

Bayamón - La locura consumista que acompaña el inicio de la jornada navideña madrugó este año dos semanas, como una estrategia para evadir el pago del Impuesto a la Venta y Uso (IVU), que entra en vigor este miércoles.

El próximo estreno del inevitable impuesto sirvió ayer de gasolina a miles de puertorriqueños, para que se lanzaran a la calle en busca de presuntas gangas para colmar sus lista de regalos para esta Navidad.

El sol todavía no se asomaba cuando Carmen Pérez y sus dos hermanas plantaron pie ayer en Plaza del Sol de Bayamón para hacer sus compras navideñas.

Llegaron temprano, antes de que el centro comercial abriera sus puertas a las 6:00 a.m., para evitar filas y escaparse del IVU.

“Estoy aquí porque no me da la gana de darle más dinero al Gobierno”, afirmó con coraje Pérez, mientras una hermana repasaba un “shopper”.

“El Gobierno recibe suficiente dinero interno y externo y no es justo que pase la factura al pueblo si no sabe administrar sus fondos o los malversa”, agregó la contadora.

Con este impuesto, el gobierno intenta cuadrar las finanzas del fisco que enfrentan un millonario déficit.

Ante la llegada del IVU, algunos municipios, como Bayamón y Toa Baja, adelantaron el bono de Navidad a sus empleados para paliar la nueva carga contributiva. Se espera que otras agencias públicas y privadas emulen la acción.

Esta inyección de dinero adicional aumentará las ventas de noviembre, según economistas y comerciantes.

También podría tener el efecto de aumentar los niveles de endeudamiento del consumidor puertorriqueño. La deuda de consumo alcanzó $18,150 millones el año pasado.

El presidente de la Cámara de Comercio, Manuel Mejías, indicó a El Nuevo Día Domingo que el pago de bonos de Navidad excede los $250 millones.

Estimó que si el gobierno y el 25% de las empresas privadas adelantan el bono entran a la economía $115 millones que tendrán un impacto aproximado de $70 millones de aumento en las ventas.

Datos del Centro Unido de Detallistas (CUD) revelan que la semana pasada las ventas registraron un incremento de 20%, según su presidente, Elliot Rivera.

Este resurgir se produce después de un periodo de incertidumbre económica matizado por el cierre gubernamental -en mayo- y la confusión generada por la forma en que se aprobó la llamada reforma contributiva.

Los comercios, por su parte, aprovecharon la coyuntura para extender su horario y, en algunos casos, adelantar la venta del madrugador, que se lleva a cabo el viernes después de Acción de Gracias. Esta jornada de compras marca el inicio de la temporada navideña.

En Bayamón, Plaza del Sol, Río Hondo y Rexville abrieron sus puertas ayer a las 6:00 a.m., aunque quedó a discreción de los comercios operar a esa hora.

El gran barullo de gente, que toma los centros comerciales al amanecer del día después de Acción de Gracias, no llegó a esa hora. Pero a medida que calentó el día los consumidores comenzaron a abarrotar los centros comerciales y empezó a instalarse el ambiente propio del jolgorio navideño.

En el Santa Rosa Mall, la gerencia recibió a los clientes con una parranda navideña compuesta por la banda y las batuteras de la organización cívica Damas Salesianas de Orocovis, quienes escoltaron a Santa Claus y a sus duendes a su trono en el centro comercial.

La comitiva recorrió el complejo, con las batuteras desfilando al ritmo de canciones como “Jingle Bells”, a la vez que Santa Claus y sus asistentes repartían dulces y posaban para fotos. El ambiente festivo también contagió a los empleados en el local, que acudieron a trabajar con los sombreros rojos y blancos distintivos del periodo navideño.

A pesar de la bulla, algunos compradores salieron defraudados porque no se cumplió la promesa de los grandes descuentos. Aunque esta situación molestó a consumidores como Pérez, no los desvió de su encomienda porque la compra anticipada de regalos constituía un acto de “desafío”.

“Estoy decepcionada con los precios. No hay descuentos, sólo que no te están cobrando el impuesto, pero como quiera voy a comprar mis regalos hoy porque no me da la gana de darle más dinero al gobierno”, insistió Pérez, quien buscaba juguetes para su hijo y sus cinco sobrinos en una megatienda.

Al comentar sobre la avalancha de compras, la economista María Enchautegui observó que estas ventas tempranas tienen el efecto de maximizar las ganancias de los comerciantes.

“Cuando adelantas las ventas tienes un período más grande para comprar, por tanto, gastas más”, acentuó.

También cuestionó el financiamiento de estas compras por que la mayoría de la ciudadanía no ha recibido su bono.

“Todo apunta a endeudamiento o la gente tiene dinero y no lo dice”, indicó.

En este sentido, el presidente del CUD pidió cautela a la hora de comprar y recordó que los mejores descuentos aparecerán en diciembre. “Les recomiendo cautela (a los consumidores). Que no gasten el dinero ahora. Se van a envolver en una deuda que luego en enero les va a traer pesadillas”, afirmó Rivera.

El sociólogo Rubén Dávila señaló, entre otras cosas, que el acto de consumir busca satisfacer necesidades.

“La producción de necesidades va a movilizarnos”, indicó mientras explicaba que uno compra con una fantasía o idea en la mente.

Las oleadas de compras que estamos viendo, además, pueden ser un mecanismo para descargar la ansiedad.