6 de diciembre de 2006
Por: Diario.comLas cuotas que los inmigrantes pagan para obtener la ciudadanía, la residencia permanente y otras solicitudes serán incrementadas a fin de evitar rezagos en el sistema, informó ayer el director del Servicio Nacional de Inmigración.
Emilio González, director de los Servicios Federales de Ciudadanía e Inmigración, dijo que aún no se determina el monto de los aumentos, pero que se esperaba que fuera importante.
“Yo creo que subirá una cantidad considerable”, dijo durante una visita a Dallas. “Somos un negocio. No se nos permite ser deficientes”.
En la actualidad, los inmigrantes que soliciten la ciudadanía pagan 330 dólares y 325 por el documento de residencia permanente conocido como “tarjeta verde”. Los solicitantes pagan además una cuota de 70 dólares por la toma de sus huellas dactilares. Los nuevos precios de los trámites inmigratorios podrían darse a conocer en abril, dijo González.
Servicios Federales de Ciudadanía e Inmigración tramita las solicitudes de ciudadanía, residencia permanente, permisos de trabajo y otros documentos inmigratorios. Durante los últimos años, la dependencia ha estado abocándose al rezago que hizo esperar a algunos inmigrantes hasta tres años por tarjetas de residencia o por ciudadanía. González asegura que la dependencia prácticamente ha eliminado el rezago en las solicitudes.
La dependencia se sostiene básicamente mediante las cuotas de las solicitudes y ciertas partidas del gobierno federal, que por lo general se dedican a programas específicos. Cuenta con un presupuesto de 2 mil millones, pero según González tal cantidad no basta.
El dinero adicional proveniente de las cuotas más altas permitiría contratar más personal para tramitar las solicitudes, capacitar a los empleados actuales, remodelar los edificios y mejorar la tecnología, dijo González.
Los activistas han manifestado su preocupación de que el incremento en las cuotas impida a la gente solicitar la ciudadanía y otros beneficios inmigratorios.
“La última vez que hubo aumento todos estuvimos batallando”, dijo Vanna Slaughter, directora de la División de Inmigración y Servicios Legales de la Beneficencia Católica de Dallas. “En cuanto se eleva la cuota, ya no hay punto de retorno. De todas maneras tenemos que poner buena cara y decir ‘consiga el dinero’”.
González dijo no creer que la impresión por el precio impida que los inmigrantes pidan el trámite.
“No creo que los desanime”, dijo. “La ciudadanía estadunidense no tiene precio”.
Una vez que se incrementen las cuotas, los funcionarios de inmigración pueden revisarlas cada dos años de acuerdo con el costo de la vida, agregó González.
Además la dependencia se encuentra eliminando los costos de algunos trámites migratorios muy poco usados, tales como las visas para las víctimas de delitos o violencia doméstica y las visas humanitarias, dijo González.
Desde que González asumió la dirección de la dependencia el cuatro de enero, entre sus prioridades han estado acabar con el rezago, prepararse para un programa de trabajadores huéspedes y examinar el presupuesto.