12 de enero de 2007
Por: El Nuevo HeraldLos legisladores de la Florida deberían bajar los impuestos sobre los teléfonos, la televisión por cable y otros servicios de telecomunicaciones debido a que se encuentran entre los más altos de la nación, manifestaron ayer funcionarios de esa industria.
El Comité de Telecomunicaciones y Servicios Públicos realizó un análisis sobre el asunto, pero todavía no se ha presentado ningún proyecto de ley.
Frank Meiners, cabildero de Associated Industries of Florida, dijo que se presentaría un proyecto de ley para una reducción anual de $167 millones en la parte del impuesto sobre las ventas en los servicios de comunicación del estado.
La reducción aplicaría a todas las telecomunicaciones con excepción de las líneas telefónicas residenciales por tierra, que ya están exentas del impuesto sobre las ventas. Los consumidores ahorrarían, por ejemplo, 50 centavos en una cuenta de celular o televisión por cable de $50 mensuales, una reducción de $4.58 a $4.
La proposición reduciría el impuesto de servicios de comunicaciones de 9.17 por ciento a 8 por ciento. La carga actual consiste en un impuesto a las ventas de 6.8 por ciento y un impuesto sobre los ingresos brutos de 2.37 por ciento. Este último, que se utiliza para pagar por construcciones escolares, no se vería afectado.
'Decidimos dar una mordida pequeña', le dijo Meiners al comité.
Observó que reducir el impuesto era una de las 100 ideas para la acción legislativa compiladas por el presidente de la Cámara Marco Rubio, republicano por Coral Gables. En su campaña electoral del año pasado, el gobernador Charlie Crist defendió rebajar un 3 por ciento en tres años la parte del impuesto a las ventas de los cargos a los servicios de telecomunicaciones. Dijo que ahorraría a los floridanos $458 millones.
Los impuestos a las telecomunicaciones locales, que tienen un máximo de 6.1 por ciento, no se verían afectados por la legislación.
La máxima tasa combinada de impuestos locales y estatales de 15.27 por ciento es la tercera más alta de la nación detras de los estados de Washington y Nebraska, le dijo al comité Scott Mackey, un economista de la industria de los teléfonos celulares. El máximo de la Florida de 8.47 por ciento en los servicios de teléfonos residenciales alambrados es el número 14 del país.
Mackey dijo que el objetivo de la industria en la Florida y otros estados era reducir los impuestos a las telecomunicaciones al nivel de otros bienes y servicios.
El impuesto general estatal sobre las ventas es de 6 por ciento. Los impuestos locales son de 1.5 por ciento.
Una rebaja de esa magnitud, sin embargo, le costaría al estado y los gobiernos locales más de $1,200 millones anuales.
Rebajar los impuestos a las telecomunicaciones beneficiaría a los negocios y los consumidores por igual, afirmó Mackey.
Dijo que el impuesto es regresivo porque las personas de ingresos bajos y medios pagan un mayor porcentaje de sus salarios en telecomunicaciones que los consumidores más acaudalados.
Las empresas de telecomunicaciones también se beneficiarían porque podrían aumentar sus ventas al ofrecer tasas más baratas, según dijo Mackey.