11 de marzo de 2007

No hay duda de que vivimos en una sociedad tan amante de los aparatos electrónicos que muchas viviendas hoy están más pobladas de reproductoras MP3, computadoras, aparatos de videojuegos y teléfonos celulares que de personas.


Esos aparatos traen consigo un cúmulo de accesorios y, por supuesto, cables que rápidamente pueden transformar un espacio organizado en un desorden total.


Por eso un excelente proyecto de mejoras en el hogar es ganar control sobre los efectos electrónicos que pudieran estar invadiendo su casa como si fueran extraterrestres. En este aspecto los expertos sugieren algunas formas de organizarlos.


Lo primero que hay que hacer, señalan, es realizar un poco de labor organizativa. Por ejemplo, una simple pistola de rotulado o algunos marbetes impresos en su computadora podrían contribuir a clasificar sus aparatos.


Cree un sistema de catalogación para todos los efectos electrónicos, y marque cada dispositivo, cable, estación de recarga, control remoto, etc., con el nombre, color u otro código correspondiente. Por ejemplo, "MP3 de Jaime".


No piense que luego podrá hacer corresponder aparato y cargador, pues los enchufes pueden ser engañosos en la medida que aumente su colección. Una clasificación clara eliminará definitivamente cualquier confusión.


Cree una estación central de recarga: la mayoría de los aparatos en su vida funcionan con baterías recargables. A menos que quiera tener el mostrador de la cocina lleno de esos dispositivos, es aconsejable buscar un sitio alejado donde pueda efectuar la recarga.


El garaje, el taller o el sótano pueden ser sitios idóneos para crear una estación central, donde un mostrador, plataforma o estante se puede equipar con un conector de salidas múltiples destinado a la recarga de aparatos.


Invite a los miembros de la familia a mantener las estaciones y cables en el mismo sitio para evitar el desorden y facilitar la ubicación de los enchufes cuando sea necesario.


Controle los controles remotos: gran parte de los efectos electrodomésticos actuales, desde los ventiladores de techo hasta los televisores de plasma, se usan con controles remotos. Al igual que ocurre con los cables, podría ser difícil recordar cuál es el control remoto de cada equipo, por lo que es importante el rotulado de los mismos.


Además, recurra a las cajas para guardar controles remotos o cree sus propios escondites o sistemas de almacenamiento para éstos en habitaciones determinadas. Si bien los controles remotos universales ayudan a reducir el número de controles que se necesitan, no todos podrán asumir las decenas de funciones que desempeña el control original de cada equipo.


Si la idea de un sinnúmero de controles remotos le aterra, entonces contrate a un especialista en electrónica y conecte su casa a un centro de programación que operará muchos de los aparatos existentes desde un solo panel de control.