23 de marzo de 2007
Su información personal, es decir, su nombre, número de Seguro Social, y sus tarjetas de crédito, podrían estar a la venta hoy mismo, por apenas 14 dólares, en sitios de ‘chat’ secretos y en pizarrones de anuncios electrónicos que frecuentan los criminales cibernéticos, ladrones de identidad y piratas informáticos, que forman parte de una economía subterráneas construida sobre el robo y el fraude.Esta es una de las conclusiones a las que llegó la compañía de seguridad Symantec en su nuevo informe, "Internet Security Threat Report," que lanzó ayer. La compañía, con sede en Cupertino, California, analizó una infinidad de tendencias en el campo del crimen informático, incluyendo el robo de identidad, ‘phishing,’ el robo de datos y virus de Troya."Symantec ha podido observar un cambio fundamental en la seguridad en la Internet," señala un resumen ejecutivo de los puntos destacados del informe. "El ambiente actual se caracteriza por un aumento en el robo de datos y la pérdida de datos, y la creación de códigos malignos que están dirigidos a ciertas organizaciones específicas, procurando lograr acceso a información que puede usarse para obtener beneficios financieros." Entre los puntos salientes del informe:· Los Estados Unidos tiene el honor, si puede llamarse así, de servir al porcentaje más alto de ‘botnets,’ computadoras esclavas que estás controladas por piratas cibernéticos y que se usan para enviar ‘spam’ (avisos que no ha solicitado la persona que los recibe) y virus a usuarios y cibernautas inocentes. Los Estados Unidos sirve al 40 por ciento de las redes de "control y mando" que dirigen operaciones ‘bot,’ seguido por China, que sirve a un 26 por ciento de estas operaciones.· Los Estados Unidos también tiene 51 por ciento de los servidores que sirven las transacciones que son parte de esta "economía clandestina." Estas transacciones incluyen la venta de números de tarjetas de crédito, que tienen un precio de entre $US 1 ? 6, y de juegos de información ligadas a una persona, por tan sólo $US 14. Symantec no proporcionó las cifras exactas de los montos de dinero que mueve esta economía clandestina, pero calcula que la cifra asciende a los cientos de millones de dólares.· Las pérdidas de datos e información, como por ejemplo, a causa del robo de computadoras portátiles, piratería de bancos de datos y una falta general de seguridad, hace que resulte más fácil robar identidades. De todos los casos de fallas en la seguridad que estudió Symantec, el veinticinco por ciento se reportó que ocurría en agencias del gobierno, debido a que, "con frecuencia, guardan sus datos en varios lugares diferentes, a los que tienen acceso muchas personas, aumentando así las oportunidades de que los piratas logren ingresar sin autorización."· La "pérdida o robo" de computadoras fue responsable por un 54 por ciento de las fallas de seguridad en el período entre el 1 de julio y el 31 de diciembre que estudió Symantec.El informe, además, destacó la "profesionalización" y sofisticación de los ladrones de identidad, que trabajan, cada vez más, en grupos organizados que abordan sus actividades criminales con verdadero tino comercial.El mercado negro de venta de información personal está frecuentemente dirigido al inmigrante ilegal e indocumentado, que roba la identidad de otra persona para poder trabajar en el país. "Es posible convertirse en una persona completamente nueva. Es atemorizante que todo sea tan fácil, que se pueda comprar un paquete completo de datos, listos para usar," señaló el vicepresidente de seguridad, Alfred Huger.El Departamento de Seguridad Nacional realizó varias redadas en compañías que habían contratado trabajadores que usaban identidades falsas, deteniéndolos y en algunos casos, separándolos de sus familias, bajo la premisa de que estaban combatiendo el robo de identidad. Los analistas en el campo de la seguridad indicaron que estas redadas no fueron eficaces. La atención, según ellos, debe dirigirse a la proliferación de los mercados negros que están dirigidos a proporcionar una nueva identidad a todo el que quiera pagar por ella.