2 de julio de 2007

EL VOCERO

La situación económica del país se ha dejado sentir en la banca, donde se ha incrementado el número de ejecuciones de hipotecas por la falta de pago. Sólo en los primeros cinco meses de este año se ejecutó el equivalente al 73.5% de las propiedades que retomaron los bancos para todo el año pasado.

Según los números de la Administración de Tribunales, hasta el pasado mes de mayo se habían ejecutado unas 3,399 hipotecas. El año pasado, en total, se ejecutaron 4,622.

Hay algunas áreas geográficas donde el incremento ha sido vertiginoso como, por ejemplo, Bayamón. En esta región judicial, el año pasado se ejecutaron 763. Durante este año, hasta abril, se habían ejecutado 677 hipotecas.

Otra de las regiones más afectadas es la de San Juan, en la que hasta abril se habían ejecutado 677 hipotecas. El año pasado se ejecutaron un total de 1,199. En Mayagüez, de julio del 2005 a junio del 2006 se ejecutaron 478, mientras que de julio del 2006 a junio de este año el número fue de 500. Para los mismos periodos, Guayama reportó 630 ejecuciones, versus 778.

Tanto el presidente de la Asociación de Bancos, Arturo Carrión, como el economista José Alameda, aseguraron que el aumento en el número de ejecuciones de hipotecas refleja los problemas económicos que sufren los puertorriqueños por la situación del país.

Carrión sostuvo que los números de la banca evidencian morosidad tanto en hipotecas como en otras áreas.

"Es un reflejo de que la economía está en una situación un poquito más difícil de lo que estaba hace un año… Eso no es un secreto", indicó Carrión en entrevista con EL VOCERO.

Tradicionalmente, las ejecuciones de hipotecas respondían a problemas en los divorcios o en la repartición de las herencias, recordó. No obstante, ha habido un cambio en la tendencia a raíz de la situación económica del país y actualmente se ven más casos que tienen que ver con falta de dinero para pagar las cuentas.

Explicó que la situación en el mercado de bienes raíces también ha propiciado las ejecuciones de las hipotecas. Actualmente el mercado está favorable para los compradores y no para los vendedores, quienes antes establecían las pautas.

Antes, los propietarios con problemas para pagar sus hipotecas vendían las propiedades y saldaban la deuda y ganaban dinero. Actualmente no pueden obtener ganancias y terminan en morosidad que finalmente se convierte en ejecución.

Alameda, por su parte, indicó que la situación financiera del país ha afectado el pago de las hipotecas porque, aunque muchos jefes y jefas de familia consigan empleo, no son permanentes.

"Puede haber una mejoría en la actividad económica, pero no se generan empleos seguros… Si no hay un empleo permanente, no hay un ingreso fijo y no se pueden comprar activos como una casa", manifestó Alameda.

Dijo que otra razón para las ejecuciones podría ser que la banca no esté evaluando correctamente a los candidatos.

Pero Carrión rechazó que ésa sea una razón para las ejecuciones de las hipotecas. Indicó que la banca tiene que ser muy selectiva a la hora de aprobar ese tipo de préstamo porque no tiene interés en ejecutar una hipoteca. Aseguró que, incluso, la banca pierde en las ejecuciones.

Sostuvo que la banca hace diversas gestiones para evitar ejecutar una propiedad y llega a enviar avisos hasta por cuatro meses para que la persona pague. Además, formula planes de pago para evitar la ejecución.

"El propósito de la banca no es tener que ejecutar una propiedad, es dar un servicio y cobrar su dinero… La banca sigue siendo cuidadosa en su evaluación. Claro está, es más estricta en su cobro por la serie de problemas que se están viendo en la economía", señaló.

Carrión sostuvo que no puede anticipar cómo se comportará el mercado en los próximos meses. Indicó que es cauteloso en su optimismo porque "aunque hay ciertos repuntes en la economía, han sido lentos… Espero que el mercado de vivienda mejore en la medida que mejore la economía".

Sostuvo que "una persona que enfrente problemas de crédito no debe esperar a que el problema se convierta en una crisis. Tan pronto se dé cuenta que perdió el trabajo o que se redujeron sus ingresos o que hay problemas matrimoniales o de herencia debe ir a su institución financiera, que lo ayudará".