13 de agosto de 2007
Por: El VoceroLas estadísticas oficiales del Gobierno indican que la inflación se sitúa en torno al 15%. La cifra alarma a los consumidores, que al mismo comprueban que el número confirma lo que ya sospechaban: que las cosas están cada vez más caras. Y no les faltan razones: ha subido el precio de la gasolina, las tarifas del agua y la luz y para colmo, desde el pasado mes de noviembre, las compras son 7% más caras con la introducción del Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU). Pero a pesar de los recientes aumentos, los economistas explican que es imposible que la inflación esté en 15% y que la cifra real debe estar entre 6% y 8%.
Pronto podremos salir de dudas. En los próximos días, el Gobierno presentará el nuevo Indice de Precios al Consumidor (IPC), una estadística que permite medir los cambios en el nivel general de precios, la inflación.
El nuevo IPC sustituye a uno que data de 1977 y que necesitaba una revisión urgente porque había quedado obsoleto. En tres décadas, los hábitos de consumo de la población han cambiado mucho y la canasta de bienes en la que se basa el IPC en nada se asemeja a la que consumen la mayoría de los puertorriqueños.
El IPC actual ha dejado de ser útil, los economistas saben que está sobreestimado, es mayor a lo que debería ser, aunque todavía algunas empresas y organismos lo utilizan para las revisiones salariales de sus empleados. ¡Afortunados ellos!
La prudencia ha hecho que la tasa de inflación haya dejado de ser noticia y los periódicos no suelen publicarla; y cuando ha llegado a ser portada de algún diario, sólo ha servido para alarmar inútilmente a la población.
Consciente de estos problemas, el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos inició hace siete años el proceso de actualización del IPC. El primer paso fue la elaboración de una nueva canasta de bienes, que reflejara los nuevos hábitos de compra y se adaptase a los nuevos tiempos. Por ejemplo, en la canasta que se utiliza actualmente no hay Intenet, ni celulares.
La segunda fase, la elaboración del IPC con esa canasta de bienes, se inició a mediados del 2003, y se esperaba tomara entre 9 meses y un año, pero sufrió varios retrasos.
Al igual que se ha llegado ha hablar de una "recesión criolla", en referencia a las causas internas de la actual recesión económica; Juan Lara, profesor de Economía de la Universidad de Puerto Rico, habla de una "inflación criolla", debido a las razones exclusivamente locales del aumento en el nivel general de precios.
Según Lara, hay tres factores que pueden causar inflación: un exceso de emisión de moneda; un aumento en el costo laboral unitario; y un aumento en los costos de materias primas y servicios primarios.
Puerto Rico no tiene un exceso de emisión de moneda porque la política monetaria la hace la Reserva Federal, que en estos momentos no está enfocada en mantener mucho dinero en circulación.
Un aumento en el costo laboral unitario ocurre cuando los salarios aumentan más rápido que la productividad, "y eso tampoco es cierto en Puerto Rico", explica Lara. "Lo que hemos tenido es una situación de controles salariales. No tenemos presión de costos laborales unitarios".
Por lo tanto, el experto advierte que, el único factor que queda es que la inflación se pueda deber al aumento en los costos de materias primas. A nivel mundial el precio del petróleo ha estado aumentando y lo mismo ha ocurrido con otras materias primas y productos agrícolas. Pero, además, en el país hemos tenido aumentos en los costos de servicios básicos como la energía eléctrica y el agua.
"De las tres posibles causas de inflación solamente un factor está activo; y ése, por sí solo no da para sostener una inflación de 15%", advierte Lara.
"Hemos dicho que tenemos una recesión criolla, pero podemos tener también una inflación criolla, porque no manejamos nuestra política monetaria ni controlamos la tendencia salarial", apunta el economista.
Hay consenso entre los economistas. Todos están de acuerdo en que la inflación en Puerto Rico debe estar algo más alta que en Estados Unidos (en torno al 3%), pero no tanto como el 15% de la estadística oficial.
¿Cuál debe ser la inflación? La mayoría de los economistas consultados creen que debe estar entre 6% y 8%. El nivel más alto de estas dos cifras se podría haber alcanzado a finales del año pasado con la puesta en vigor del IVU. Ahora podríamos estar más cerca del 6% piensan algunos. Pronto saldremos de dudas.
Uno de las primeras tareas del nuevo IPC será mostrar el efecto inflacionario del alza en el salario mínimo federal que entró en vigor el mes pasado. Los expertos esperan que este aumento, que se va a sentir especialmente en los sectores de ventas al detal y servicios, se haga visible y se disipe en un período de tres a cuatro meses y no genere un aumento sostenido en la inflación.