19 de septiembre de 2007

Por: La Opinion


La tasa nacional de embargos hipotecarios en agosto experimentó su repunte más alto en Nevada, seguida de California, donde se registró un incremento de 48% con respecto a julio. Esta cifra equivale a una de cada 243 viviendas, según un índice dado a conocer ayer.


En el ámbito nacional las cosas no pintan mejor. Según la firma RealtyTrack, que compila un reporte mensual sobre ejecuciones bancarias, éstas se incrementaron en el país 36% (lo que dio un total de 243,947) con relación a julio.


En comparación con el mismo mes del año pasado, los embargos aumentaron 115% en la Unión Americana en agosto.


Éstos abarcan notificaciones de mora, avisos de remate de propiedades y expropiaciones llevadas a cabo por bancos.


La noticia trascendió poco antes de que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, diera a conocer su decisión de bajar las tasas de interés federal, y en un momento en que el descalabro del sector inmobiliario amenaza con repercutir en otras esferas de la economía.


Las ciudades de Modesto, Stockton y Merced, indica el análisis de Realty Track, ocuparon los tres primeros lugares nacionales en la lista de los 10 centros urbanos con mayor número de embargos. La ciudad de Vallejo (norte de California), el área Riverside-San Bernardino y Sacramento figuraron en las posiciones cinco, nueve y 10 en ese listado.


Siete de los estados más perjudicados por la ola de embargos se encuentran en el llamado Sun Belt (una franja que comprende los estados del sur y el suroeste del país, desde Florida hasta California).


En Nevada, detalla el reporte del mercado de embargos de Realty Trac, se produjeron 6,197 ejecuciones de propiedades, una por cada 165 viviendas, el triple del promedio nacional.


La zona predominantemente industrial que corre de Wisconsin a Nueva York, en las cércanías de los Grandes Lagos, y que se conoce como Rust Belt, también fue severamente afectada en agosto por la crisis de las hipotecas de máximo riesgo.


Los puntajes de embargo registrados en agosto son los más elevados desde que Realty Trac empezó a llevar la cuenta de estos en enero de 2005.


"El alza de las declaraciones de embargo puede ser el comienzo de la ola que se viene, puesto que un gran número de hipotecas de alto riesgo de interés ajustable va a empezar a activarse", comentó James J. Saccacio, director ejecutivo de Realty Trac,


Apuntó también que otro factor significativo, las expropiaciones de viviendas por los bancos, "se están incrementando dramáticamente".


Un estudio de la organización ACORN calcula en un millón y medio el número de propietarios que perderán su vivienda este año en Estados Unidos.


El año pasado, 1.2 millones tuvieron que renunciar a la suya por insolvencia financiera. La cifra correspondiente a 2005 fue de 900 mil.


Se espera que la rebaja en tipos de interés anunciada ayer por Bernanke, al reducir directamente los intereses por préstamos bancarios, deprima eventualmente las tasas hipotecarias.


"Esto dará algún espacio de juego a quienes corren riesgo de embargo, así como a las instituciones de préstamos, para negociar alguna forma de pago", dijo Daniel Blake, director del Centro de Investigación Económica del Valle de San Fernando de la Universidad Estatal de Northridge.


Pero tal ventaja, aclaró, sólo beneficiará a los compradores cuyas hipotecas no sobrepasen mucho su capacidad de pago, concretamente a quienes se mueven con un déficit de 300 ó 400 dólares mensuales para el pago de la casa.


"Numerosas personas que esperaban intereses más altos porque tenían un ARM ?hipoteca de interés ajustable? notarán que el interés va a bajar", dijo Orson Aguilar, director asociado del Greenlining Institute.


Ayer mismo, la Cámara Baja del Congreso aprobó un proyecto para la creación de un fondo de rescate por 300 millones de dólares para socorrer a quienes están a punto de perder su casa. El programa autoriza a la Administración Federal de la Vivienda (FHA) a salir en respaldo de compradores de bajos y medianos recursos que han caído en mora después que el interés de sus hipotecas fue ajustado a uno mucho más alto que el inicial.


Aunque algunos republicanos se opusieron a autorizar el fondo, la propuesta fue votada por 348 votos a favor y 72 en contra.