23 de noviembre de 2007

Por: Primera Hora

La Cámara de Comercio criticó ayer las “posturas equivocadas” que, a su juicio, tienen las agencias reguladoras y medios de comunicación que advierten a los consumidores que estén atentos a cualquier intento de engaño de parte de algún comerciante.

 Según el presidente de la Cámara de Comercio, Bartolomé Gamundi, esta posición crea un prejuicio en los consumidores que “atenta contra la imagen del comercio” en Puerto Rico.

 “Es importante y necesario que existan agencias reguladoras y un consumidor educado en cuanto a sus derechos, pero debemos ser muy responsables y velar por que, en el cumplimiento de dicha gestión, no vayamos a prejuiciar al consumidor en contra de los comercios”, dijo Gamundi en un comunicado.

 “No hay razón alguna para que los consumidores asumamos una actitud defensiva ante los comerciantes, ya que ninguno de ellos tiene la intención de timar, engañar o faltar a quienes compramos sus productos”, aseguró.

 Asimismo, el vicepresidente de la Asociación de Industriales, William Riefkhol, se mostró preocupado por la repercusión que pudieran tener las declaraciones de varios funcionarios, entre ellos el secretario del Daco, Víctor Suárez, quien alertó a los consumidores a estar atentos a posibles engaños en los anuncios comerciales.

 “Ante el embate de una economía en recesión, el comercio al detal ve en las ventas de Acción de Gracias, del llamado viernes del madrugador’ y las ventas navideñas una oportunidad de ayudar a estimular la actividad económica de la Isla”, indicó el líder de los Industriales en un parte de prensa separado.

 “Reconocemos que los funcionarios gubernamentales tienen una responsabilidad con el cumplimiento de las leyes que tienen a su cargo. Sin embargo, esta generalización crea una actitud de suspicacia ante aquellos que están invirtiendo en el futuro de Puerto Rico, apoyando la manufactura local y estimulando la economía, que son la inmensa mayoría de las empresas del comercio al detal”, agregó.

 Mientras, Gamundi aseguró que, aunque “el comercio, al igual que todo sector, no está exento de personas aisladas que por omisión o intención faltan la ley”, no se debe generalizar de manera “alarmista”, implicando que todos los comercios deben ser fiscalizados de manera negativa.