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  Por el libro

25 de marzo de 2008


Por: La Opinion

Una banda de 19 individuos fueron detenidos por presuntamente estafar a 74 personas, la mayoría de California, quienes a punto de ser embargadas confiaron en la falsa promesa de que podrían quedarse con sus casas y restaurar su crédito.

 Los presuntos timadores, a base de tretas financieras, lograron quedarse con cien títulos de propiedad, mientras que sus víctimas perdieron sus casas, la inversión inicial y su crédito.

El fiscal federal para el este del país, Scott W. McGregor; el agente especial del la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Drew Parenti; y el agente especial de Investigaciones Criminales del Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS), Scott O’Brien, revelaron que el cabecilla de la banda es Charles Head, de 33 años, con licencia como agente inmobiliario en California y originario de Los Ángeles. El arresto se llevó a cabo el viernes pasado y Head se encuentra detenido en una cárcel de Los Ángeles.

Según McGregor, entre el 1 de enero de 2004 y el 14 de marzo de 2006, Head y el resto de los acusados se dieron a la tarea de contactar a propietarios de casas desesperados, para ofrecerles opciones que presuntamente evitarían el embargo de sus residencias.

Si el propietario de casa no cumplía los requisitos para esta opción, lo que sucedía siempre pues se trataba de un señuelo, según McGregor, venía la segunda alternativa: un inversionista sería añadido al título de la propiedad y el desesperado propietario le pagaría a aquél una renta menor que la mensualidad hipotecaria. Así, el dueño de la casa repararía su crédito, según la estafa, al hacer puntualmente el pago de la hipoteca cada mes.

"Cuando algo suena demasiado bueno para ser cierto, es que no es cierto", dijo McGregor.

Lo que en realidad sucedió fue que los acusados reclutaron compradores ficticios para que se hicieran pasar como inversionistas y reemplazaran el nombre de los verdaderos propietarios por el de ellos en las escrituras de las viviendas. Por supuesto, los verdaderos dueños no se daban por enterados del supuesto fraude del que estaban siendo objeto.

En tanto, los nuevos dueños, por lo general amigos o familiares de los acusados, ya con el título de la propiedad de la casa bajo su nombre, inmediatamente solicitaban un préstamo hipotecario y extraían el máximo valor posible de la casa.

Cuando al final los acusados vendían la casa, dejaban de pagar la hipoteca y procedían al desalojo. En consecuencia, la víctima se quedaba sin su casa, sin el valor invertido y con el crédito hecho añicos.

McGregor precisó que una primera parte del operativo fraudulento dejó a 47 víctimas a quienes se afectó por un monto total de 6.7 millones de dólares; en tanto, un segundo operativo dejó como saldo 26 víctimas a quienes les robaron 5.9 millones de dólares. En total, el presunto atraco fue por 12.6 millones de dólares.

Scoot dio a conocer que los presuntos estafadores reclutaban a los compradores ficticios a través de la internet y obtenían referencias de los agentes inmobiliarios para identificar a sus nuevas víctimas, a quienes enviaban una avalancha de correos electrónicos y faxes publicitarios.

Generalmente, los propietarios desesperados ante un inminente embargo, los veían como su última tabla de salvación.

Además de Head, están involucrados en la acusación Jeremy Michael Head, de Huntington Beach; Elham Assadi, alias "Elham Assadi Jouzani", de Irvine; Leonard Bernot, de Laguna Hills; Akemi Botari, de Los Ángeles; Omar Sandoval y Xóchitl Sandoval, de Rancho Cucamonga; Eduardo Vanegas, de Phoenix; Joshua Coffman, de North Hollywood; Jon Corcoran, alias "Jack Corcoran", de Anaheim; Sarah Mattson, de Phoenix, Arizona; y Domonic McCarns, de Brea, California, entre otros.

Head, el cerebro del grupo, se quedaba con 97% de lo recaudado y dejaba 3% a sus colaboradores.

Scott O’Brien, agente especial de Investigaciones Criminales del Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS), recomendó las siguientes medidas para evitar el fraude de casas:

* No confíe en promesas de que le ayudarán a eliminar los problemas crediticios y le conseguirán una nueva hipoteca con un pago mensual menor.

* Obtenga referencias sobre los agentes inmobiliarios e hipotecarios. Verifique sus licencias con el Estado, el condado y las agencias reguladoras.

* Tenga cuidado con las ofertas no solicitadas. Nunca firme un contrato bajo presión sin saber qué está firmando. Tome su tiempo para revisarlo.

* Si no entiende lo que firma, busque ayuda de un abogado. Nunca firme asignando su propiedad a otra persona sin consultar a un abogado.

* No firme sin asegurarse que sea liberado de la hipoteca. Muchos individuos firman contratos que no los liberan de las mensualidades.

* No firme nada en blanco y no haga acuerdos verbales. Asegúrese que el nombre de su solicitud sea el mismo que el de su identificación.

* Recuerde que la promesa de una ganancia extraordinaria en un periodo corto de tiempo, generalmente es una señal de un problema potencial.

* Las personas que piensan que han sido víctimas de fraude inmobiliario, debe contactar al Departamento de Bienes Raíces del Estado de California, al departamento de policía o a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

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