29 de marzo de 2008
El gasto de los consumidores estadounidenses aumentó un pobre 0.1% en febrero, el alza más baja desde septiembre de 2006, informó ayer el Departamento de Comercio de EU. La cifra es una clara muestra de que el principal motor del crecimiento económico estadounidense se está estancando, lo que aumenta el temor a una mayor desaceleración económica. Un gran número de economistas señalaron que la debilidad en el consumo, que representa dos terceras partes del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, es una de las señales más preocupantes de la marcha económica del país. La desaceleración del gasto coincide con una creciente debilidad en el mercado laboral, un incremento de los costos energéticos y una fuerte crisis en el sector inmobiliario. El incremento del 0.1% se situó en línea con las expectativas de los analistas. Ayer también se conoció que los ingresos personales aumentaron un ligero 0.5% en febrero, un dato mejor de lo esperado por el consenso de analistas que esperaban un repunte del 0.2% Por otra parte, ayer se informó también que la confianza de los consumidores de Estados Unidos en la marcha de la economía bajó en marzo más de lo que se preveía y que se percibe una actitud más sombría respecto a la situación en próximos meses, según datos definitivos de la Universidad de Michigan. El índice de confianza bajó a 69.5 puntos, desde los 70.8 puntos de febrero, según el sondeo mensual de esa entidad. Los economistas preveían un índice de 70 puntos y los cálculos preliminares que se divulgaron a mediados de mes lo situaban en 70.5 puntos. El subíndice relativo a la confianza en las condiciones presentes de la economía subió a 84.2 puntos, desde los 83.8 puntos del mes anterior. Los datos que sugieren una merma en la confianza de los consumidores sobre el comportamiento de la economía tienden a inquietar los mercados financieros, por el efecto negativo que eso puede tener en el gasto de consumo.