5 de abril de 2008
Por: La OpinionLos compradores y propietarios de viviendas que viven en ciudades con altos precios inmobiliarios o tienen malos antecedentes de crédito están teniendo dificultades para obtener nuevas hipotecas porque los inversionistas de Wall Street continúan alertas, según nuevos datos publicados esta semana. Los agentes hipotecarios aseguran que los nuevos esfuerzos del gobierno para hacer menos rígidas las restricciones para los préstamos han proporcionado muy poco alivio hasta el momento. El mercado de bonos hipotecarios prácticamente desapareció para nuevos préstamos que no cumplen con las pautas más cuidadosas de los gigantes de las hipotecas respaldados por el gobierno, como Fannie Mae o Freddie Mac. La participación de los denominados bonos hipotecarios "no respaldados por agencias" cayó al 6% del mercado en el primer trimestre, la menor participación en casi 20 años, y menos que el 51% en el primer trimestre del año pasado, según la publicación del sector Inside Mortgage Finance. Eso perjudica a los consumidores con créditos no preferenciales, por ejemplo empresarios o personas con salarios constantes o personas que necesitan préstamos que superan los límites que establece el gobierno. Si bien el Congreso aumentó el mes pasado los límites de los préstamos que se pueden vender a las agencias del gobierno a 729,750 dólares, muchos prestatarios aún están quedando fuera. Hay nuevas restricciones en estos préstamos que "los hacen bastante inútiles", dijo Ginny Ferguson, copropietaria de Heritage Valley Mortgage en Pleasanton, California. Las restricciones impiden que los propietarios refinancien si retiran más del 5% de su patrimonio o que fusionen dos hipotecas en una. Además, los compradores en zonas donde los precios están bajando, como California y Florida, deben hacer pagos iniciales más altos. Algunos prestamistas ni siquiera han comenzado a procesar los nuevos préstamos conformes. Hasta el 1 de junio, cuando Fannie Mae y Freddie Mac pongan en marcha un sistema actualizado para la aprobación de créditos, los prestamistas deben aprobar en forma manual estas hipotecas, aseguró Ferguson. La participación del gobierno podría aumentar a medida que más prestamistas comienzan a procesar estos préstamos y si la crisis crediticia se profundiza. Eso es difícil de imaginar: Fannie, Freddie y Ginnie Mae tuvieron una participación del 94% en los nuevos bonos hipotecarios en el primer trimestre, en comparación con el 49% en el mismo período hace un año. "Todos abandonaron los títulos no respaldados por agencias. Es difícil actualmente que se otorgue un préstamo que no esté respaldado por el gobierno", dijo Guy Cecala, editor de Inside Mortgage Finance.