29 de abril de 2008

Por: Consumeraffairs.com


Un estudio publicado recientemente que analiza los datos de liberación de mercurio industrial en Texas, revela un vínculo "estadísticamente importante" entre las libras de mercurio liberado y un aumento en las tasas de autismo en la población infantil.


El estudio revela por primera vez una asociación estadísticamente importante entre los riesgos de autismo y la distancia de una fuente de mercurio.


"Este no es un estudio definitivo, sino solamente uno más. Pero sí explora nuevamente la asociación entre el mercurio ambiental y el autismo," declaró el autor principal del estudio, Raymond F. Palmer, Ph.D., profesor de medicina en el Centro de Ciencias de la Salud en la Universidad de Texas en San Antonio. El artículo aparece en la publicación Health & Place.


Palmer, Stephen Blanchard, y Rober Wood, autores del estudio, descubrieron que las tasas de autismo en la comunidad se reducen 1 a 2 por ciento por cada 10 millas de distancia de la fuente de contaminación.


"Este estudio no se diseñó con la intención de comprender quién corre riesgo de autismo debido a la exposición al mercurio," dijo el Dr. Palmer. "Sin embargo, [los resultados] sugiere[n] que el riesgo es mayor más cerca de la fuente de contaminación."


Los expertos dijeron que el estudio debería provocar interés por realizar más investigaciones.


"Es necesario prestar atención a la contaminación persistente, además del consumo de pescado que podría estar contaminado con mercurio," expresó el experto. "Vamos a querer determinar quién en la población corre mayor riesgo de autismo debido a una propensión genética, tal como por ejemplo la incapacidad de eliminar la toxicidad de los metales pesados."


Este nuevo estudio es consecuente con otros que confirmaron un mayor contenido de mercurio en plantas, animales y seres humanos mientras más cerca estaban de la fuente de contaminación. Según los expertos, los niños serían más vulnerables [a los efectos tóxicos].


"Creemos que exponerse a bajas dosis de toxinas ambientales, incluyendo el mercurio, durante los períodos críticos de desarrollo neurológico, particularmente si el niño tiene susceptibilidad genética, podría aumentar el riesgo de padecer enfermedad neurológicas tal como el autismo," señalaron los autores.


Las partes salientes del estudio:


<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Los datos [de liberación de mercurio] que se analizaron provinieron de 39 plantas eléctricas a carbón y 56 instalaciones industriales en Texas.


<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Se examinaron las tasas de autismo de 1.040 distritos escolares en el estado de Texas.


<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Por cada 1.000 libras de mercurio liberado en Texas en 1998, se detectó un aumento correspondiente de 2,6 por ciento en la tasa de autismo en el distrito en el año 2002.


<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->La tasa de autismo disminuyó 1 a 2 por ciento por cada 10 millas de distancia de la fuente de contaminación.


<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->La exposición al mercurio mediante el consumo de peces ya se ha documentado ampliamente, pero se sabe muy poco de la exposición por aire y aguas subterráneas.


<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Existe evidencia de que los niños y otros organismos en desarrollo son más susceptibles a los efectos dañinos del mercurio.


"Deberían preocuparnos las emisiones de mercurio en todo el mundo, ya que éstas se propagan por medio de las corrientes de aire y corrientes oceánicas. Tomar medidas para controlar y eliminar la contaminación de mercurio podría ser sumamente beneficioso."


La Agencia para la Protección del Ambiente de los Estados Unidos calcula que en el país se liberan unas 158 millones de toneladas de mercurio por año. La gran mayoría vienen de plantas eléctricas que funcionan a carbón, incineradores municipales y médicos y plantas de cemento.


El autismo es un trastorno del desarrollo del que se conoce muy poco. Se manifiesta en los primeros tres años de vida y afecta el desarrollo normal del cerebro, particularmente en las áreas sociales y de la comunicación.


Se desconoce el número de niños que tiene autismo, pero un informe del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos calcula que la enfermedad es más común de lo que se creía previamente.


Los expertos en el campo de la salud no se han puesto de acuerdo si esto se debe a que han aumentado los casos de autismo o a los avances para diagnosticarlo.