2 de mayo de 2008
Por: El VoceroLa proliferación de laboratorios clínicos a raíz de una liberación apoyada por el Gobierno, la reducción ?reiterada? de las tarifas que reciben de los planes médicos y las determinaciones arbitrarias relacionadas con las facturas que toman, así como un proyecto de ley para aumentar el salario ?casi al doble? a los tecnólogos médicos, son algunos de los factores que amenazan la permanencia de laboratorios que han servido a las comunidades por muchos años, denunciaron integrantes de la Asociación Puertorriqueña de Dueños de Laboratorios (APDL).Durante la antesala de la asamblea que llevan a cabo este fin de semana en un hotel de Ponce, tres tecnólogas médicas que son dueñas de sus laboratorios hace más de 21 años explicaron a EL VOCERO que antes se daba permisos para un laboratorio por cada 10 mil habitantes, y a por lo menos una milla de distancia, lo que fue reducido a uno por cada tres mil, al igual que la distancia. Esto, como es lógico, conlleva que la clientela se divida, y ante los altos gastos de mantenimiento y compra de equipo y materiales, les coloca en riesgo de quiebras.
Nelly Acevedo, tesorera de la Junta Directiva de la APDL, indicó, además, que enfrentan la reducción de pagos de las aseguradoras cada año, a pesar de que con esa frecuencia aumentan las primas que cobran a sus asegurados. Criticó a la aseguradora Triple-S, la cual, debido a "las influencias que tiene" y que "son bien astutos", logró reducir las tarifas antes de que fuera aprobada la Ley 104, de 2004, conocida como Ley de Pronto Pago y que prohíbe a los planes bajar las tarifas que pagan a los laboratorios. Aunque se logró ?luego de una demanda ante el Comisionado de Seguros? que Humana y Cruz Azul les devolvieran dinero, no ocurrió lo mismo con Triple S.
Esa misma firma acostumbra agrupar las pruebas químicas que se realizan, con el fin de pagar por menos exámenes. "Yo estoy perdiendo dinero constantemente", denunció Acevedo. Ante la interrogante de por qué no cancelan el contrato con Triple-S, respondieron que "pasa como con los problemas de estatus, de aquello y lo otro; que no hay unidad de buscar un punto en común para defenderse. Y el egoísmo, porque ‘después que aquel pierda todos sus clientes, pues yo los cojo’, y eso es lo que pasa, el egoísmo", añadió Sonia Lugo, propietaria de Servi Lab, en Luquillo.
Los laboratorios pagan por las inspecciones de Bomberos, del Departamento de Salud, por las proficiencias (pruebas cuyos resultados son controlados) que les envía el Gobierno federal para validar sus procedimientos, contribución sobre la propiedad, seguro de responsabilidad pública y mala práctica ?tan costosos como los de la clase médica?, y recogido de desperdicios biomédicos, mientras las tarifas de los planes continúan en declive, mencionó Norma Silvagnoli, quien tiene el laboratorio Esmeralda, en Guaynabo.
Además, el proyecto de ley que se estudia en la Legislatura propone duplicar el salario de los tecnólogos, a unos $25 la hora, lo que les obligará a reducir el personal, anticiparon. El aumento no hace justicia a quienes cuentan con más preparación ni experiencia, señalaron.
"El laboratorio clínico era un buen negocio para el 1993, 94. En el 94 teníamos las mismas tarifas que tenemos ahora, (lo que quiere decir que) ahora las tenemos más bajitas", concluyó Acevedo.