13 de mayo de 2008
Por: Consumeraffairs.comEn los Estados Unidos, una familia de cinco personas gasta ahora en promedio $US 135 por semana en alimentos, según un informe que publicó el Instituto de Comercialización de Alimentos. Sin embargo, los altos costos de los carburantes y otras tendencias económicas vigentes, podrían elevar aún más la cuenta del supermercado.
Los consumidores ya están sintiendo en sus bolsillos el efecto de los altos precios, y han cambiado sus hábitos a la hora de hacer las compras y preparar sus comidas, reveló el informe.
Considere las siguientes estadísticas:
· 71 por ciento de los consumidores norteamericanos dijo que está comiendo en casa mucho más que antes, pasando por alto las salidas a cenar;
· Las familias norteamericanas comen en un restaurante 1,2 veces por semana, comparado con 1,3 veces el año pasado y 1,5 veces durante el 2006;
· 67 por ciento de los consumidores dijo que está comprando menos artículos de lujo;
· 60 por ciento dijo que está comprando las marcas más económicas;
· 58 por ciento reveló que está comiendo sobras de sus otras comidas;
· Los consumidores están yendo al supermercado menos frecuentemente que antes, en promedio, menos de dos veces por semana;
· 37 por ciento dijo que “los precios módicos” son la principal razón por la cual hacen sus compras en un cierto supermercado o tienda.
Medidas a tomar
Para ahorrar dinero al hacer las compras, los consumidores pueden tomar medidas muy sencillas en estos tiempos de precios altos.
El primer paso es planificar sus comidas, dijo Kate Yerxa, una dietista con la Universidad de Maine.
“Elabore un plan para la semana, ya sea que incluya almuerzos y cenas o sólo cenas,” dijo. “Analice el horario de actividades de su familia y organice sus comidas de acuerdo a éste. Incluya también una “noche para limpiar las sobras.” Si usted prepara un guisado, puede guardar lo que le sobre y comerlo otro día.
“Lo más importante es planificar sus comidas.”
El siguiente paso es hacer una lista de todos los ingredientes y productos que necesitará para preparar esas comidas.
“Vea en su despensa qué es lo que tiene y use esa información para hacer su lista,” señaló Yerxa. “Ajústese a esta lista cuando vaya al supermercado. Trate de no comprar impulsivamente.”
Yerxa también advierte a los consumidores que deben usar los cupones con mucho cuidado.
“Pueden ser engañosos y usted debe comparar precios para garantizar que sean verdaderamente una buena ganga. Si el cupón es para un producto de una cierta marca, por ejemplo, ¿es que el precio será más bajo que el mismo producto pero de la marca más económica?”
“También es necesario que verifique que el cupón es para un producto que usted necesita y que usará. No gaste dinero en algo que no consume. Los cupones pueden ser una gran cosa, o una mala idea.”
Estire su dinero
Yerxa también sugiere estos consejos para estirar su presupuesto:
· Vaya de compras solo, si fuera posible. “Uno se concentra mejor cuando está solo,” dijo. “Si tiene niños, es posible que ellos quieran que usted les compre un cierto producto, dirigido a los chicos.”
· Evite artículos empaquetados, porque tienden a ser más caros. “Si compra bocadillos empaquetados, por ejemplo, palomitas de maíz en bolsas individuales para preparar en el horno de microondas, usted está pagando más por la comodidad,” señaló la experta.
· Limite productos como bebidas gaseosas, dulces, alcohol, té y café. Estos productos tienen costos altos y poco valor nutritivo;
· Cuando compre leche, queso y yogur, compre el envase más grande que pueda. Los envases grandes por lo general son más económicos;
· Compre el cereal para el desayuno en cajas grandes. Los paquetes individuales son más caros;
· Compre frutas y verduras de temporada. Son más baratos. “Pero si su familia tiende a no consumir frutas y verduras frescas, no las compre,” dijo Yerxa. “No malgaste su dinero en algo que su familia no consume.”
· Cuando esté planificando sus comidas, fíjese en los productos más económicos. “Considere incluir en su menú artículos como lentejas, garbanzos, frijoles e incluso hasta huevos,” sugirió Yerxa.
· Considere los cortes de carne más baratos. La carne de res molida, la espaldilla, el pavo, pollo son por lo general una buena compra. Trate de combinar una pequeña cantidad de carne de res económica, pollo o pescado con pan, cereal, arroz y papas para preparar sus platos principales. Los frijoles o lentejas se pueden preparar en una olla de cocimiento lento.
· Evite comprar verduras que ya vengan con especias o salsas. Las verduras puras, congeladas o en lata, son más baratas;
· Pregúntele al gerente de la tienda si tiene una sección de especiales de la semana;
· Limite el número de visitas al supermercado. “No es una buena idea ir varias veces por semana,” señaló Yerxa. “Es muy fácil decir, ‘necesito un poco de leche’ y luego salir de la tienda con una cuenta de $US 25 o $US 30.”
· Compare precios. “Lo mejor es fijarse en el precio por unidad.” Algunos consumidores llevan consigo una calculadora para ayudarlos a determinar el precio más bajo por unidad;
· Si el pan está en oferta, compre una mayor cantidad y congélelo. “El precio del pan está subiendo porque la harina está más cara,” dijo Yerxa. “Si está en rebaja, cómprelo y congélelo.”
· Compre avena, arroz y cereales que no estén precocidos. Son mucho más económicos;
· Plante una huerta. Se puede comenzar con una pequeña, para hierbas y especias;
· Averigüe si le resultaría conveniente comprar al por mayor. “Debe calcular el costo por unidad,” indicó Yerxa. “A veces, los precios al por mayor son mucho más bajos, a veces, no lo son. Debe pensar si tiene en su casa suficiente espacio como para guardar y almacenar esta gran cantidad de artículos.”
· Lleve cuenta de sus gastos en comida. “Esto debería incluir tanto la que consume en casa como la que come afuera,” dijo Yerxa. “Muchos se sorprenden al descubrir cuánto dinero gastan comiendo fuera de casa. Esos $US 10 que gastó en el almuerzo rápido, podría haber cubierto el costo de frutas y verduras para toda una semana.”
Sin embargo, es posible que esta subida en los precios de los alimentos tenga un aspecto positivo. Según el presidente del Instituto, Tim Hammonds, "Como el consumidor ha decidio recortar de su presupuesto las salidas a comer, se nos presenta la oportunidad de revivir la gran tradición de comer en casa, preparando alimentos con toda la familia. Esto le proporcionaría a la familia norteamericana grandes beneficios no sólo para su economía, sino también sociales y sino también para la salud.”