21 de mayo de 2008
Por: Primera HoraLa desesperación y la frustración que viven muchas familias puertorriqueñas debido a la apretada situación económica que vive el país las lleva a sucumbir a las "atractivas" ofertas que llegan a sus oídos.Así opinaron varias personas abordadas por PRIMERA HORA que, aunque no han sido víctimas del fraude, reconocen que su proliferación es casi insoportable.¿De quién es la culpa? De la crisis económica.Cada día son más las personas que caen en las supuestas ofertas en busca de una salida a las deudas. Pero, también son más los timadores que con el sólo propósito de hacer dinero buscan engañar a personas inocentes.La realidad es que para algunos resulta casi imposible resistirse a supuestos premios, como un viaje para cuatro personas al Reino Mágico de Disney "gratis" o $20,000."Esto está fuera de control debido al buscón que hay en la calle y a la crisis económica que estamos viviendo. Las personas están saliendo a buscar el dinero fácil", indicó Gladys Morgado, residente de Río Piedras.Morgado ha recibido ofertas que obviamente resultan tentadoras, pero hasta el momento ha resistido caer en ellas gracias a que las analiza cuidadosamente. "El que no tenga un poco de juicio cae, porque las ofertas son muy tentadoras", agregó la mujer."La gente está viviendo una época difícil donde Puerto Rico está patas arriba o patas abajo, no sé cómo, y la gente está buscando el dólar a como dé lugar, sea engañando, robando... y uno tiene que estar alerta a todo eso o de lo contrario pierde lo que tiene", opinó Ernestina Pérez.Para José León, de Ponce, parte de la ciudadanía está tan mal económicamente que aceptan ofertas sin medir las posibles consecuencias. "La gente está enferma, está cogiendo a crédito y dándole el número de seguro social a cuanta persona se lo pide", señaló.Ante lo insostenible que se ha vuelto la situación, Ana Candelario simplemente ha optado por enganchar cada vez que recibe una llamada de este tipo. "Una vez me dijeron que había ganado un viaje, pero cuando llamé para atrás me pidieron una tarjeta de crédito", señaló la vecina de Trujillo Alto.Difícil una mejoraA pesar de las gestiones y orientaciones que el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) y otras organizaciones privadas están llevando a cabo a favor de la comunidad, algunos de los entrevistados dudan de que exista alguna alternativa para detener esta práctica.Unos abogaron porque el DACO sea más fiscalizador a la hora de imponer las multas. Juan David Figueroa, de Cayey, propuso que las multas de la agencia sean "reales" y que no se emitan avisos de infracción."Hasta que el DACO no deje de emitir multas de infracción, esto no va a cambiar", agregó.Jesús Morgado coincidió con Figueroa. "En Puerto Rico nada baja y esto va a seguir aumentando. Hay mucha gente ignorante. Yo tengo familiares profesionales retirados... y los cogen", señaló.Pérez fue más positiva y abogó por una continuidad en las campañas de información.