30 de mayo de 2008
Por: AldiatxLos consumidores deberían aplaudir e impulsar los reglamentos propuestos por la Reserva Federal y otras entidades para llevar un estricto control de las prácticas empleadas por las compañías emisoras de tarjetas de crédito. DMN Nuevos reglamentos para tarjetas de cre´dito ayudarý´an al consumidor. Dichos estatutos son incisivos y van directo a lo que durante mucho tiempo ha indignado y literalmente desangrado a tantos tarjetahabientes. Entre las nuevas propuestas destacan: ?Las instituciones financieras tendrán prohibido considerar un pago como moroso a menos que los consumidores hayan recibido "un tiempo razonable" para liquidar su recibo. ?Las compañías emisoras de tarjetas no podrán cobrar recargos por atraso si su recibo fue enviado por correo menos de 21 días antes de la fecha de pago. ?Las compañías emisoras de tarjetas tendrán prohibido aumentar la tasa de interés anual sobre un saldo pendiente, excepto en ciertas circunstancias. Estas incluyen si un prestatario tiene más de 30 días de retraso para hacer un pago o si la tasa de interés promocional expiró. También se requerirá a estas entidades crediticias que apliquen los pagos de los tarjetahabientes de manera más justa a saldos con diferentes tasas de interés. Es decir, cuando los consumidores transfieren saldos con intereses de corto plazo y tasas temporales más bajas (teaser rates) y que tienen intereses mayores para compras nuevas, las compañías de tarjetas de crédito deberán aplicar estos pagos a las deudas con tasas de interés más altas. Lo anterior es en respuesta a las críticas que las entidades crediticias primero aplicaban los pagos a los saldos con una tasa de interés menor, lo que causaba a los prestatarios acumular cargos financieros más elevados en saldos sujetos a un interés mayor. Los bancos prometen luchar contra estas propuestas a capa y espada. "La propuesta de la Reserva Federal es una intromisión regulatoria sin precedentes a la oferta de productos mercado y precios", dijo Edward L. Yingling, director ejecutivo de Asociación de Banqueros Americanos, en un comunicado. "Estamos muy preocupados que estas normas resulten en menos competencia, precios al consumidor más altos, menos opciones para el cliente y menor acceso del público a las tarjetas de crédito". Estas reglas impedirán que los emisores de tarjetas cobren las tasas de interés que sirven para cubrir los riesgos de los distintos tipos de clientes, dijo. "Si las compañías crediticias no pueden reflejar ampliamente estos riesgos, entonces, millones de consumidores con buen historial de crédito terminarán con intereses más altos", dijo Yingling. Los bancos tienen una buena razón para poner el grito en el cielo. Las cuotas por tarjetas de crédito conformaron el 39 por ciento de las ganancias de las compañías crediticias el año pasado, comparado con el 33 por ciento de hace cinco años, dijo Robert Hammer, director ejecutivo de R.K. Hammer, una compañía consultora de tarjetas de crédito en Thousand Oaks, Calif. "Creció sustancialmente", dijo. Los recargos por retrasos conforman el 70 por ciento del total de cobros por penalidad, entonces a la vez que los consumidores sufren la crisis económica de hoy, muchos más se quedarán inmersos en esas deudas. Esta es su oportunidad de decirles a las autoridades cuál es su opinión sobre las prácticas de estas compañías. Se espera que los reglamentos finales se den a conocer en el transcurso del año, después de un periodo de consenso de 75 días. Yip es columnista de The Dallas Morning News . Tu Dinero Las propuestas prohibirían: ?Aplicar restricciones de tiempo para los pagos que sean injustos. ?Incrementar el porcentaje de la tasa de interés anual en un saldo de tarjeta de crédito pendiente, excepto en ciertas circunstancias. ?Aplicar los pagos del tarjetahabiente a saldos con diferentes tasas de interés. ?Aplicar cuotas demasiado altas por excederse en el límite de crédito por tener una suspensión temporal. ?Computar los saldos de manera injusta usando una táctica que se conoce como recibos de pago de doble ciclo. ?Solicitar injustamente depósitos de seguridad y cuotas para otorgar crédito. ?Hacer ofertas de crédito engañosas