25 de junio de 2008
Por: La OpinionComo un medidor más de la difícil situación económica por la que atraviesan miles de familias del Sur de California, en tiendas de descuento, almacenes de ropa fuera de temporada o incluso bodegas de artículos de segunda mano se están incrementando las ventas.
Antes de eliminar algunos productos de primera necesidad de su despensa semanal, Liliana Gerardo comparó los precios de las grandes cadenas comerciales y terminó en un almacén que anteriormente visitaba muy poco: una tienda de 99 centavos.
"Vengo a buscar especiales; vi en diferentes tiendas y aquí hay cosas iguales y a mejor precio, por eso vengo acá", señaló mientras empujaba un carrito en una tienda de Montebello.
En los primeros cuatro meses, las ventas netas registradas en la cadena 99 Cents Only Stores fueron de 290 millones de dólares, un incremento de 4.5% en comparación con el mismo período de 2007.
En la sucursal de Montebello, donde el promedio diario es de 1,700 clientes, el número de compradores ha subido 10%, informó Vicente Marroquín, gerente de la tienda. "El dinero ya no está alcanzando para ir a las tiendas grandes a comprar y muchos productos que tenemos aquí los tienen allá dos o tres veces más de lo que cuesta aquí", indicó.
Pese a ello, el reto de mantener los precios de sus productos por debajo de un dólar repercutió en su balance final, cerrando con pérdidas de 4.4 millones de dólares en este lapso, según su sitio electrónico. En el primer cuatrimestre de 2007 la diferencia negativa fue de un millón de dólares.
"Aunque nuestras ventas fueron positivas, estos logros fueron más que compensados por una retracción mayor a la estimada", señaló Eric Schiffer, presidente de 99 Cents Only Stores en un comunicado.
A medida que los precios de la canasta básica suban, impulsados por el alza del combustible, más familias buscarán opciones de compra o incluso modificarán sus hábitos alimenticios, manifestó el economista Rod Kiewiet.
"Si la gente no gana más dinero, no tienen más opciones; la gasolina aumenta y todo lo demás aumenta de precio y tienen que tomar otras opciones, como cambiar carne por hamburguesas o huevos y arroz por pollo".
Quien dejó de visitar los centros comerciales, pero no por ello se privó de vestir con firmas importantes es Yolanda Córdoba, originaria de El Salvador. "Prefiero estas tiendas que son de mejor calidad, porque en el mall está todo bien caro", señaló poco después de salir de una tienda Ross de Pico Rivera.
Para esta cadena el mes de mayo significó un incremento de 14% en sus ventas, pasando de 450 millones de dólares a 513 millones, comparado con el mismo mes de 2007.
Durante las primeras 17 semanas del año, las ventas ascendieron a 2,070 millones de dólares, un aumento de 11% respecto a los 1,860 millones de dólares registrados en el mismo lapso de 2007 (que había registrado un aumento de 4%).
"Creemos que este sólido desempeño fue impulsado principalmente por nuestra actual capacidad de entregar ofertas a los clientes", manifestó Michael Balmuth, vicepresidente de una empresa que cuenta con 863 sucursales.
Mientras que la compañía TJX, que agrupa a las tiendas de ropa Marshall y T.J.Maxx, competencias de Ross, dio a conocer que sus ventas registradas en mayo fueron de 1,450 millones de dólares, es decir, un incremento del 6% con respecto a los 1,370 millones obtenidos durante el mismo mes del año anterior.
Del 1 de enero al 2 de junio, las ventas alcanzadas fueron de 5,900 millones de dólares, un incremento de 6% respecto a los 5,500 millones registrados en el mismo lapso de 2007.
Por su parte, la organización no lucrativa Goodwill, que administra bodegas de artículos usados, registró ventas de 6.4 millones de dólares del 1 de enero al 31 de mayo del año en curso, mientras que durante todo 2007 se contabilizaron 11.9 millones de dólares.
"En todos nuestros negocios, en las distintas comunidades, las ventas han mejorado del 8% al 9%, comparado con el año pasado", informó recientemente a La Opinión Peter Duda, presidente de operaciones de Goodwill en los condados de Los Ángeles, Riverside y San Bernardino.
Ayer, Concepción Arreguín, salía de una bodega de esta organización en el área de Los Ángeles. "Últimamente he venido más para comprar ropa", señaló mientras mostraba una maleta deportiva que compró por tres dólares.