3 de julio de 2008
Por: El Nuevo DiaEl alza del petróleo, el IVU y los aumentos de agua, luz y otros servicios primarios han llevado a muchos a adoptar nuevas conductas para extender su presupuesto al máximo. Y los malabares necesarios para cuadrar el presupuesto personal fueron evidentes ayer, cuando El Nuevo Día visitó varios establecimientos en la calle Loíza. Mientras ciertos clientes optaban por llevar menos ropa a las lavanderías o pintarse las uñas con menor frecuencia, los dueños de negocio indicaban que se veían obligados a subir los precios de sus servicios y ofrecer especiales para intentar ganar en volumen lo que han perdido en gastos operacionales."El IVU es lo más que nos ha afectado. Tenía clientes que venían tres veces por semana y ahora vienen solo una vez", explicó Zayra García, propietaria de un salón de estética y estilismo en la vía santurcina. "Muchas se hacen el tratamiento químico en la casa y solo vienen a que le pasen ‘blower’".Top of Form 1Hay quienes, como Lourdes Rivera, no tienen opción de prescindir de algunos servicios secundarios, por lo que buscan las opciones menos costosas."No tengo lavadora ni secadora y dependo de estos servicios. Han subido muchísimo los precios", indicó Rivera, quien reside en Santurce y ayer llevó dos bolsas de ropa a una lavandería cercana a su residencia."Estoy tendiendo la ropa en mi casa, y la que usualmente llevaba al 'dry cleaning' ahora la mando a lavar", sostuvo.Los "pequeños" gastos se acumulan. Rivera paga alrededor de $160 mensuales en servicio de lavandería. "Aquí nada más fueron $16.58", indicó, mostrando el recibo de la ropa.Los propietarios son conscientes del impacto en el bolsillo de sus clientes. "Nosotros, para ayudar al franquiciador y al consumidor, bajamos los precios aunque minimizamos nuestras ganancias", estipuló Sabastián Averbuch, gerente de mercadeo de la cadena de tintorerías con una sucursal en Santurce. En la puerta de cristal a la entrada del negocio un letrero recibe a los clientes. Lée "Recicla tus ganchos"."Es algo que estamos implementando ahora", dijo Averbuch. "Nos ayuda a mantener los precios bajos"."La electricidad está por las nubes. Me llegó una factura de $950 por un solo mes", explicó García, añadiendo que se vio obligada a aumentar los precios en su salón. "Encima de eso tienes que sumarle el IVU, y el precio se sale del control del cliente".Por esto, algunos entrevistados explicaron que han afinado el ojo hacia los especiales y descuentos."Ahora estamos bien pendientes a los cupones", terminó diciendo Rivera. "Antes los tiraba al zafacón, pero ahora los busco y voy a los establecimientos que los tengan".