14 de julio de 2008
Por: Primera HoraLas estadísticas oficiales del Gobierno no han podido recoger su incremento, pero la venta de mercancía de segunda mano crece a pasos agigantados.
El surgimiento del negocio, cuyo pulso se puede palpar y medir en los clasificados de periódicos y las páginas de Internet, representa un cambio dramático en los patrones de consumo de los puertorriqueños, que están optando cada vez más por acudir a tiendas del Salvation Army, pulgueros, entre otros establecimientos alternativos, para hacer sus compras.
Incluso, los puertorriqueños están cobrando mayor conciencia sobre el valor de pertenencias que en el pasado pudieron haber descartado, ya sea por sus años de uso o por haber pasado de moda, según aseguran conocedores de los patrones y las tendencias del consumo en Puerto Rico.
“Se ha registrado un incremento en estos negocios y esto se debe a la situación económica. El bargain hunting (caza de especiales) se ha convertido en una realidad. Éramos una sociedad caracterizada por botar, pero en estos negocios puedes comprar mucho más por menos”, sostuvo el experto en consumo Gilberto Arvelo, conocido como “Dr. Shopper”.
El defensor de los derechos del consumidor, que a través de su página web ofrece consejos sobre consumo, precisó que muchos establecimientos de cadena, como CompUSA y GameStop, también han reconocido la necesidad de satisfacer a consumidores que buscan artículos más baratos mediante la venta de equipo electrónico reparado. “Éramos impulsivos y parejeros en la compra, pero nos estamos convirtiendo en una sociedad de consumidores inteligentes que quieren maximizar el dinero”, indicó.
Aunque la Junta de Planificación recientemente reportó un aumento nominal en las ventas al detal, debido en gran medida a las alzas en el precio de la gasolina y el costo de los alimentos, el presidente de la compañía Estudios Técnicos, Joaquín Villamil, considera que este sector de la economía ha recibido uno de los golpes más duros por el elevado costo de la vida.
El economista tampoco dudó que la venta de artículos usados, muchos de los cuales se pueden obtener a través de páginas de Internet y establecimientos selectos, se amplíe y diversifique a medida que la economía puertorriqueña empeore.
“En términos reales, las ventas al detal deberían haber bajado un 15 por ciento desde diciembre. Es razonable pensar que las personas vendan sus pertenencias por falta de ahorros”, indicó.
Además de los pulgueros que suelen ser visitados por miles de consumidores durante los fines de semana, los vendedores en la calle se han multiplicado en algunas de las principales carreteras, como la 2 y 3. Del mismo modo, los clasificados presentan una diversidad de anuncios de personas que promocionan garage sales, incluso, la venta de ropa usada para niños y adolescentes.
Los grandes ganadores ante la crisis económica, según asegura uno de los expertos consultados, son los técnicos de reparación de electrónica, restauradores de muebles, tapiceros, entre otros trabajadores que ofrecen servicios que están en alta demanda a raíz de la recesión económica que experimenta la Isla.
El apretón económico también está forzando a algunos consumidores a evitar los centros comerciales, ante la tentación del gasto innecesario. Según reconoció la directora del programa de Educación para la Familia y el Consumidor del Departamento de Educación, Irma Figueroa, muchos consumidores están optando por actividades familiares y menos visitas a los establecimientos como una manera de aguantar el embate económico.
“Las personas están compartiendo rutas para economizar en su gasto de economía y salen más en pasadías”, sostuvo Figueroa.
La funcionaria, que dirige el programa que se imparte principalmente a nivel intermedio, también ha notado cómo un mayor número de consumidores están dejando sus tarjetas de crédito en sus hogares antes de acudir a un establecimiento y se están llevando listas en los supermercados como una medida para maximizar su dinero.
“Los costos continúan aumentando y los sueldos permanecen igual. Por eso es importante preparar una lista de los compromisos (económicos), tener en cuenta cuánto todo ha subido”, alertó.