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  Por el libro

16 de julio de 2008

Por: Primera Hora


Si el año pasado obtuvo un préstamo hipotecario en un santiamén, la historia difícilmente se pueda repetir ante la actual crisis que experimenta el mercado de vivienda en Estados Unidos. La industria bancaria en Estados Unidos intenta salir a flote en medio de una falta de liquidez y de la pérdida continua de empleos en el sector privado. El Gobierno federal aprobó esta semana una serie de reglas que establecen mayores restricciones al otorgamiento de préstamos hipotecarios.


Aunque los propietarios en Puerto Rico no enfrentan la alta cantidad de ejecuciones que se registran en Estados Unidos -debido a "corredores" que otorgaron miles de préstamos mediante dudosas prácticas crediticias-, los nuevos solicitantes de préstamos son sometidos a estudios más rigurosos de sus finanzas personales, dirigidos a arrojar mayor transparencia sobre su capacidad de pago.


"El problema de Puerto Rico no es igual que el de Estados Unidos. Cuando tienes una economía débil, la morosidad aumenta. Esto es natural que suceda", sostuvo el presidente de la Asociación de Bancos de Puerto Rico, Arturo Carrión. "La industria hipotecaria está pasando por un momento difícil, pero no tan difícil como en Estados Unidos", añadió.


Para evitar la ejecución de viviendas, los bancos también han adoptado una política de ayudar al propietario en los pagos mensuales de sus hipotecas mediante planes de pago.


En Estados Unidos, sin embargo, los corredores que ofrecían los préstamos se libraban de la responsabilidad de los préstamos que otorgaban y que eran asumidos por otras instituciones financieras que iniciaban los procesos de ejecución de las propiedades.


Menos ejecuciones Aquí


Según revelan datos provistos por la Asociación de Bancos, la cantidad de ejecuciones de propiedades de clientes morosos con atrasos de más de 120 días en sus pagos hipotecarios descendió de 29.7 por ciento en el 2005 a 20.6 el año pasado.


El total de ejecuciones en el 2007 ascendió a 1,691 de un total de 407,759 propiedades en cartera.


En algunos estados, las unidades embargadas alcanzan el 4 por ciento del total de propiedades, mientras en Puerto Rico la proporción no alcanza ni una décima parte del 1 por ciento de esta cantidad. Aun así el desastre hipotecario en Estados Unidos sí ha enviado un mensaje de cautela a los banqueros en Puerto Rico.


Tan reciente como el pasado lunes la Reserva Federal estableció varias medidas para proteger al consumidor contra préstamos hipotecarios cuyos pagos mensuales no guardan proporción con el perfil económico del cliente.


Entre otras medidas, se obligaría a las instituciones a solicitar prueba de los ingresos del solicitante antes del préstamo. Del mismo modo, la Reserva Federal ahora prohíbe que los bancos extiendan un préstamo "sin estimar la capacidad de la persona de amortizar la deuda con fondos aparte de la posible venta de la casa".


Para algunos banqueros en Puerto Rico la industria hipotecaria local ha ejercido más cautela que la de Estados Unidos en los préstamos. No obstante, según aseguran otros expertos, la crisis hipotecaria en Estados Unidos también podría tener el efecto de desalentar a los compradores.


Indicios Preocupantes


La industria bancaria local observó ayer con detenimiento las movidas del Gobierno federal dirigidas a rescatar dos empresas estadounidenses que adquieren cerca del 50 por ciento de todas las hipotecas otorgadas en la Isla y que aseguran la obtención de estos préstamos con intereses y gastos de cierre relativamente bajos.


Los problemas económicos que enfrentan ambas instituciones han provocado una escasez para los bancos hipotecarios tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico.


"Si estas dos compañías se afectan, la industria no tendrá de dónde coger el dinero", sostuvo el presidente de la institución hipotecaria HR Mortgage, Harry Rodríguez.


Las dos empresas, Fannie Mae y Freddie Mac, son las principales compradoras de préstamos hipotecarios en Estados Unidos.


La primera fue creada durante la depresión de la década del 30 para garantizar fondos para la obtención de nuevas viviendas.


Freddie Mac fue creada por el Congreso en 1970 para cumplir con el mismo propósito.


No obstante, ambas compañías han reportado marcadas pérdidas a raíz de la crisis hipotecaria.


La imposición de mayores restricciones sobre estas dos empresas cuasi gubernamentales podría limitar las posibilidades de obtención de préstamos para muchos puertorriqueños.


"Realmente la banca está preocupada por los problemas que enfrentan ambas compañías", sostuvo Rodríguez.


Pero otros conocedores de la industria, como el segundo vicepresidente de la Asociación de Bancos, Gilberto Monzón, consideraron que las dos empresas continuarán comprando las hipotecas puertorriqueñas gracias a la ayuda que han recibido del Gobierno federal.


Destacó que la crisis hipotecaria ha reducido mucha de la especulación de la que era objeto el mercado de bienes raíces local.


"Durante el último año el mercado se ha visto afectado por los préstamos que en Estados Unidos se otorgaban a personas que no cualificaban para ellos", sostuvo el banquero.


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