6 de agosto de 2008
Por: El Nuevo HeraldOnce personas fueron acusadas en relación con el hurto y venta de más de 41 millones de números de tarjetas de crédito y débito de nueve grandes tiendas, entre ellas un hispano de Miami que presuntamente era el cabecilla del grupo.
Se cree que es el mayor caso de robo de identidad investigado por el Departamento de Justicia en la historia. Entre las acusaciones figuran asociación delictuosa, acceso ilegal a computadoras, fraude y robo de identidad.
Tres de los acusados son ciudadanos estadounidenses y los otros son de lugares como Estonia, Ucrania, Bielorrusia y China.
Las acusaciones formuladas el martes por un jurado investigador federal de Boston sostienen que los encausados entraron en las redes cibernéticas de comercios como TJX Cos., BJ's Wholesale Club, OfficeMax, Boston Market, Barnes & Noble, Sports Authority, Forever 21 y DSW.
"Aunque la tecnología ha facilitado mucho nuestras vidas, ha creado igualmente nuevas vulnerabilidades', dijo el fiscal federal Michael J. Sullivan en una declaración. "Este caso muestra claramente cómo unos cuantos golpes de teclado con propósitos delictivos pueden tener resultados muy costosos'.
En Boston fue encausado Albert González, alias "Segvec', afincado en Miami y acusado de ser el presunto cabecilla de la banda. Las autoridades lo acusan de fraude cibernético, fraude postal, robo premeditado de identidad y asociación delictuosa, entre otros delitos. González, que está detenido en Nueva York, encara una pena máxima de cadena perpetua si es declarado culpable de todos los cargos.
Los encausamientos sostienen que los acusados instalaron programas de software para obtener los números de tarjetas de crédito, las contraseñas e información personal de los dueños de las cuentas, y luego ocultaron la información en discos duros de computadoras que controlaban en EEUU y Europa Oriental.
"Utilizaron técnicas sofisticadas de intrusión en las computadoras que les permitieron violar los sistemas de seguridad e instalar programas que acopiaron enormes cantidades de datos financieros personales, los cuales entonces ellos alegadamente vendieron a otros o los utilizaron ellos mismos', dijo el secretario de Justicia Michael Mukasey en una rueda de prensa. "Y en total, causaron "cuantiosas pérdidas a bancos, comercios minoristas y consumidores'.
Mukasey indicó que la cifra total del alegado robo es "imposible de cuantificar en este punto'. El fiscal federal Michael J. Sullivan informó que mientras que la mayoría de las víctimas son de Estados Unidos, los oficiales aún no han identificado a todas las personas a quienes les robaron su número de tarjeta.
"Sospecho que mucha gente no está al tanto de que sus datos de identificación han sido puestos en peligro', manifestó.