12 de agosto de 2008
Por: Primera HoraLas personas timadas en el caso de fraude con la compra de acciones falsas de unas minas de oro en África se arriesgaron, invirtieron y perdieron. Algunos, incluso, perdieron sus ahorros de toda una vida. “Nunca me imaginé esto. Si lo hubiera sabido no invierto mis ahorros… Yo perdí como $10,000”, dijo a PRIMERA HORA una enfermera retirada de Bayamón, quien acudió ayer al Tribunal de Primera Instancia de San Juan junto con una veintena de personas de distintos municipios que alegan haber sido engañadas por los agentes de seguros Víctor Molinary Rojas y Helen Silva Colón.
Los acusados encaraban juicio ayer, pero la jueza superior Eloína Torres Cancel transfirió el caso para el 27 de octubre.
“Yo perdí unos $32,000. Ellos (los acusados) vinieron donde mí. No puedo dar mi nombre”, dijo un comerciante de un pueblo del interior.
Una mujer, que tampoco quiso identificarse, tenía en sus manos la copia de un cheque cambiado por los acusados. “Tengo las pruebas, pero yo soy de las que lamentablemente los delitos ya prescribieron. Esto ocurrió hace más de cinco años”, sostuvo.
Molinary Rojas encara más de 130 infracciones a la Ley de Valores de Puerto Rico y Silva Colón, quien era su esposa, otros 12 cargos por el mismo estatuto. Se exponen a penas de entre cinco y 10 años de prisión por cada delito.
Se alega que el fraude comenzó en 2002 y alcanzó casi $1 millón.
Mediante el esquema los acusados solicitaban a los clientes inversiones de mil dólares en adelante y les prometían pagarles desde un 30 hasta un 60% de intereses al año, pero el dinero nunca les llegó.
Ayer, la magistrada se reservó su decisión sobre una solicitud del abogado de defensa de Silva Colón, Carlos Velázquez Ramírez, quien pidió ver su caso por separado.
El abogado alegó que su clienta no será objeto de un juicio justo e imparcial y que el Ministerio Público pasará prueba de casos en los que ella no estaba involucrada.
La fiscal Cándida Gutiérrez, de la División de Delitos Económicos, se opuso a la separación de los casos porque dijo que las acusaciones surjen de un mismo acto. “La prueba es la misma”, dijo.