13 de agosto de 2008
Por: El VoceroMañana y el viernes se sabrá si, en efecto, la Corte de Quiebras Federal, acepta o no la petición de las hospederías Posada por la Mar (Lajas) y Treasure Island (Cidra), respectivamente. Ambas instalciones son propiedad del empresario Rafael Pancorbo.
De hecho, el municipio de Cidra ?que concedió la operación de la hospedería a Pancorbo-; el Departamento de Hacienda, a quien le debe cerca de $20,000; y el ex socio del hotelero, José R. Hernández, a quien se le debe casi $1 millón, presentaron sendas mociones en la Corte de Quiebras. Tales documentos exponen la situación de cada uno de estas entidades y concluyen que la Corte no debe aceptar la quiebra peticionada por Pancorbo.
En ese sentido, la moción del municipio de Cidra aduce que no se debe aceptar la propuesta de quiebra de la corporación que opera a Treausre Island (Treasure Island Hospitality Group); porque hubo "mala fe" de parte de esta empresa al someter la petición.
"Hubo mala fe porque el empresario solcitó el amparo de la quiebra sólo cinco meses después de que comenzó a operar la hospedería y menos de 10 meses desde que se firmó el pacto de arrendamiento para esa instalación", señala la moción. "Además, justo previo a la firma de ese contrato (16 marzo de 2007), la empresa había radicado la quiebra de su otra hospedería (1 de marzo de 207), Posada por la Mar. Es decir, que la prosperidad y solvencia que supuestamente mantenía Posada por la Mar y que Pancorbo resaltó mientras agenciaba quedarse con la operación de Treasure Island, eran totalmente falsa". Incluso, la operación de Lajas fue la carta de presentación de Pancorbo.
Esta táctica, según una fuente de la industria, sugiere que "el operador de la propiedad había planificado de antemano este esquema. Incluso, ya había peticionado quiebra para su otra instalación en Lajas varias semanas antes de obtener la propiedas de Cidra. Esto no es otra cosa que un esquema de fraude bien planificado, que debería ser investigado por el Departamento de Justicia".
El documento del municipio también hace énfasis en que los reportes de operación mensuales que presenta la empresa mantienen inconsistencias y deficiencias que deben atenderse y corregirse antes de considerar la petición de quiebra.
Por otra parte, el municipio aduce que la creación de otra corporación, con otro POS (point of sale/máquina de cobro) y con otro número patronal arroja más confusión; se pone en duda los ingresos reales de la hospedería y los pagos de impuestos e IVU, así como los niveles de ocupación.
También sale a relucir que el operador de Treaure Island recibió cerca de $30,000 en efectivo de parte del Parador Villas de Sotomayor, en Adjuntas, por el uso de la máquina ATM de ese parador. Es decir, se infiere que Treasure Island utilizaba el POS de Sotomayor para desviar los dineros que entraban a sus arcas, algo que, según la moción, debería clarificarse.
Indica la moción que esta petición de quiebra es resultado de una disputa entre Pancorbo y su socio capitalista José R. Hernández, a quien alegadamente le tomó $1 millón prestado para remodelar Treadure Island y a quien, eventualmente, retiró de la operación del hotel. En fin, el municipio concluye que no hay ninguna razón de crisis financiera o falta respiro económico que requiera el amparo de una quiebra.
Por otra parte, el Departamento de Hacienda, señala en su moción, que el peticionario tiene deudas contraidas por concepto de retención de impuestos a sus empleados y por los pagos trimestrales, así como por el pago de IVU y otras partidas cuyos pagos ya vencieron. Así, reclama a la Corte de Quiebras que se le ordene a la corporación el pago de esta deuda de forma inmediata.
En tanto, la moción del principal acreedor, Hernández, básicamente coincide y reafirma los argumentos expuestos por el municipio de Cidra y pide a la Corte de Quiebras que desestime la petición.
En su narrativa el acreedor expone inconsistencias de Pancorbo al crear una corporación paralela para la operación de la hospedería, el uso de la máquina de cobro del Parador Villas de Sotomayor para revertir ganancias, así como las inconsistencias en los reportes presentados por la corporación.
Un punto crucial que contiene la moción de Hernández es que supuestamente ?durante las negociaciones para obtener la operación de Treasure Island-, Pancorbo había informado que tenía una inversión de $4.2 millones en Posada por la Mar, "pero al analizar la petición de quiebra de esa hospedería, se desprende que tenía deudas superiores a los $3 millones, incluyendo $2.9 millones con con el Banco de Desarrollo Económico (BDE).
En ese sentido, Annette Montoto, presidenta del BDE -por medio de la oficina legal- dijo a El Vocero que llegó a un acuerdo con su acreedor, que viene obligado a pagar 60 pagos por $12,000; 120 pagos por $16,000; y 120 pagos por $22,000, incluyendo una tasa de interes de 6% por los primeros cinco años. Ese acuerdo se logró en diciembre de 2007, y ya entró en efecto. De todos modos, representantes del BDE acudirán a la vista pautada para mañana.
Treasure Island Hospitality Group, Inc. fue incorporada con el propósito de lograr la adquisición del contrato de administración y operación de las facilidades del Hotel Treasure Island en el municipio de Cidra. Dicha entidad municipal le cedió, mediante contrato por 20 años, la administración del hotel.
Trascendió, además, que Pancorbo está relacionado con la compañía Celebrity Travel Plus y Coqui Mundo Promotions, empresas que alegadamente también mantenían operaciones dudosas.